El llanto es uno de los métodos más efectivos de los que dispone un bebé para comunicarse. Con él pretende transmitir su incomodidad, la cual, puede estar provocada por multitud de causas.
Con tiempo, paciencia y capacidad de observación, seréis capaces de ir entendiendo lo que quiere transmitiros vuestro bebé cada vez que llora. Nosotros, que queremos ayudaros en este aprendizaje, os enseñaremos distintas técnicas para conseguir calmar el llanto de vuestro bebé.
¿Por qué puede estar llorando?
Esta es la primera pregunta que debéis plantearos, cuya respuesta, tal y como hemos mencionado anteriormente, puede deberse a múltiples causas distintas. Conozcamos ahora los principales motivos por los que vuestro bebé puede comenzar a llorar:
– Tiene hambre.
– Tiene frío.
– Tiene sueño.
– Tiene el pañal sucio.
– Quiere que lo cojáis en brazos.
– Siente dolor o tiene alguna molestia.
– Quiere jugar.
– Se siente agobiado por el exceso de estímulos.
Cómo calmar su llanto
Aunque conozcáis las causas por las que vuestro bebé puede estar llorando, no existe un método infalible y universal para calmar su llanto, sin embargo, sí que podemos ofreceros una serie de trucos y recomendaciones que seguramente os ayuden en tan difícil tarea.
Los sonidos y los movimientos rítmicos pueden aliviar el llanto del bebé, como por ejemplo, acunarlo o balacearlo en su cuna, pasearlo en brazos o acercarle a la Tv.
Darle un masaje para prevenir los dolores derivados de los cólicos del lactante y otras dolencias. En este caso, es fundamental proporcionarle un masaje abdominal suave. Os recomendamos que el masaje se lo deis en posición vertical o tumbado, aplicando movimientos rotatorios de sus propias piernas sobre el abdomen.
Nadie puede negar las propiedades relajantes y calmantes de un buen baño con agua templada. Aprovechad el aseo diario para calmar la inquietud de vuestro bebé.
Los bebés recién nacidos tienden a estar en posición fetal como cuando buscaban la protección en el útero materno, por lo tanto, podéis intentar calmar su llanto envolviéndoles en una sabanita o una manta ligera, siempre teniendo cuidado de dejarles respirar correctamente.
La succión del pulgar o del chupete es una técnica muy efectiva para calmar el llanto del bebé. Debéis recordad que no se debe utilizar el chupete en las primeras semanas de vida para así no interferir con la lactancia materna.
Si vuestro hijo está hiperactivo y revoltoso, probad a entretenerlo colocándolo, por ejemplo, delante de un espejo para que se vea reflejado en él, o bien, enseñarle algún juguete u objeto que capte su atención.
Seguro que en ocasiones os habéis visto superados por el llanto incesante del bebé. En esta situación, sobre todo en esta, nunca debéis perder los nervios, pues esto sólo empeorará las cosas, ya que vuestro hijo podrá contagiarse de vuestro nerviosismo y frustración, y llorar todavía más.
Como siempre, os recomendamos que nunca dejéis de consultar con vuestro pediatra cualquier duda acerca de este tema o cualquier otro relacionado con la salud de vuestro hijo.