Un gato con sobrepeso suele ser motivo de broma, ya que la mayoría de nosotros solemos preferir que nuestro gato esté “gordico” a la hora de acariciarlo y darle afecto, porque así nos resulta más agradable al tacto, sin embargo, debemos tener en cuenta que la acumulación excesiva de grasa corporal en nuestro gato, al igual que en nosotros mismos, puede provocar graves problemas de salud.
Por lo tanto, debemos entender el tema del sobrepeso en nuestra mascota como un tema de salud y no como un simple problema estético, que de no tratarse a tiempo, puede originarle dificultades respiratorias, enfermedades cardíacas, artritis o diabetes.
Como siempre sucede en estos casos, la mejor manera de combatir el sobrepeso consiste en prevenirlo, lo cual, debe aplicarse desde una edad temprana.
Así pues, si hemos decidido adoptar a un gatito, deberemos evitar mimarlo en exceso, acostumbrándolo a comer sólo pienso, y proporcionándole golosinas sólo de vez en cuando.
En la mayoría de los casos, el sobrepeso estará relacionado con la excesiva ingesta de comida diaria unida a una escasa o nula actividad física, aunque en ocasiones, puede deberse a causa de algún tipo de trastorno endocrino.
También debemos saber que existen razas más propensas a engordar, y que tanto las hembras como los machos castrados tienden a engordar con mayor facilidad.
Si nuestro gato o gata comienza a coger peso de forma progresiva, deberemos aplicar las siguientes recomendaciones para prevenir que “esos kilos de más” se conviertan en un problema de obesidad:
– Evitar darle golosinas o sobras de nuestra comida.
– Calcular y anotar la cantidad de alimento que le ofrecemos a diario, consultando posteriormente con el veterinario para que sea él quien decida el porcentaje que deberemos reducirle en dichas raciones.
– Seleccionar alimento seco para animales, el cual, resulta más equilibrado y menos contenido en grasas.
– Escoger una marca de pienso que contenga vitaminas hidrosolubles, las cuales, favorecen la conversión de la grasa en energía.
– Incrementar el tiempo de juego, para así incrementar el tiempo de actividad física.