Las mascotas suelen ser los mejores amigos de los niños, entre ellos, suele nacer una relación especial de amistad y complicidad, por lo que cuando la mascota muere, los niños no entienden que es lo que pasa, por lo que se sienten tristes y desconsolados.
En este caso, deben ser los padres los responsables de ayudarles a superar la muerte de la mascota, brindándoles todo el cariño y consuelo que necesiten, obviando algunas explicaciones que el niño, en función de su edad, todavía no es capaz de comprender.
Sin embargo, tampoco es recomendable intentar disfrazar el hecho de la muerte, hay que ser sinceros con los niños. Así pues, dependiendo de la edad que tengan en ese momento, mostrarán reacciones diferentes ante la muerte de la mascota:
De 2 a 4 años. A esta edad los niños no entienden lo que es la muerte, por lo que piensan que es algo temporal. Es necesario explicarles que su mascota no volverá.
Entre los 5 y los 8 años. Comienzan a comprender mejor la naturaleza y las consecuencias de la muerte, no obstante, pueden seguir creyendo que es algo pasajero y que su mascota despertará.
A partir de los 9 ó 10 años. A esta edad los niños ya comprenden que la muerte no es algo transitorio, por lo que entienden que la muerte es algo que forma parte de la vida y que es para siempre.
Es fundamental mostrar sinceridad cuando se le dice al niño que se ha muerto su mascota, ya que tratar de protegerlo con explicaciones vagas o inexactas puede crearle ansiedad, confusión y desconfianza.
Preguntas del niño sobre la muerte de la mascota
Los padres deben buscar la mejor forma de comunicar la noticia a su hijo, empleando palabras que ellos puedan entender y estando preparados para darle todas las respuestas a las preguntas que puede hacerles.
Veamos a continuación algunas de las preguntas que el pequeño puede plantear a los padres al enterarse de la noticia:
– ¿Por qué se ha muerto?
– ¿He tenido la culpa de que haya muerto?
– ¿Se despertará si me porto muy bien?
– ¿Dónde vivirá ahora?
En este caso, es importante contestarle de forma clara y sencilla, así como con total sinceridad a todas sus preguntas, entendiendo las emociones que, sin duda, el niño experimentará: tristeza, culpabilidad, ira, temor, etc…
La importancia del duelo
Los niños, al igual que los adultos, expresan su dolor de formas distintas, y cuando una mascota muere han de pasar por un periodo de duelo que les ayudará a superar esa dolorosa experiencia.
Durante el proceso de duelo, los padres podrán llevar a cabo una serie de acciones que faciliten la transición de esta etapa:
– Realizar una pequeña ceremonia de despedida.
– Escucharle cuando quiera hablar sobre los recuerdos que guarda de su mascota.
– Animarle a escribir historias sobre su mascota y hacer dibujos de ella.
Por último, no se deberá intentar sustituir enseguida a la mascota fallecida, siendo lo recomendable esperar a que el tiempo de duelo pase, y a que el pequeño sea quien pida un nuevo amigo para la familia.