Para que la educación que les demos a nuestros hijos resulte eficaz, es necesario establecer una serie de reglas en la casa, garantizando que éstas se cumplan, y así obtener una convivencia más sana y equilibrada entre todos los miembros de la familia.
Que estas reglas o normas que se establecen resulten finalmente efectivas o no, dependerá de la manera en la que las llevemos a cabo, por lo tanto, para que resulten exitosas, deberán ser aplicadas de una manera coherente y con firmeza, pero siempre manteniendo el respeto hacia todos los miembros de la familia.
Consejos para marcar límites educativos a los niños
Algunos consejos a tener en cuenta para tener éxito a la hora de decirles a nuestros hijos lo que deben hacer en un determinado momento son:
Mostrar objetividad. Las pautas que se le exijan al niño han de ser de manera objetiva, expresándolas de una forma muy concreta, empleando frases cortas y órdenes precisas para que el niño las entienda mejor.
Dar varias opciones. Es la mejor manera para que el niño haga exactamente lo que queramos mientras piensa que tiene el poder y el control de elegir lo que quiere hacer.
Mantenerse firmes. Se ha de tener claro que el papel de los padres no es el mismo que el de un amigo, y no se le puede consentir todo al niño, ya que de ser así llegará un día que éste haga caso omiso de lo que se le diga. Por esta razón, hay que mostrar firmeza a la hora de aplicar los límites educativos que queramos que nuestro hijo aprenda, pero sin llegar a ser autoritarios.
Acentuar lo positivo. Por norma general los niños son más receptivos a hacer aquellas cosas que se les ordenan cuando reciben un refuerzo positivo si éstos lo cumplen. Se aconseja evitar utilizar el “no” y gritarles, ya que el niño no entenderá aquello que está mal hecho, siendo fundamental explicar por qué puede o no hacer ciertas cosas.
Desaprobar la conducta y no al niño. Es muy importante que cuando se desapruebe el comportamiento del niño, esta acción vaya dirigida al comportamiento en sí y no al niño, resaltando que lo que es malo es lo que ha hecho y no él.
Estos son algunos consejos que se pueden llevar a cabo para marcar a los niños unos límites de forma efectiva, siendo imprescindible que en todo el proceso se controlen las emociones y no se descargue con ellos el enfado que se haya acumulado por otras razones.