CiU ha anunciado la modificación del impuesto de matriculación, en función de la contaminación que produzca cada vehículo en la ciudad, así como gravar a los coches más contaminantes y primar económicamente a los vehículos verdes, mediante una clasificación en forma de pegatina, que iría del verde al rojo.
Pere Macias, diputado por CiU, ha afirmado en una comparecencia pública, que: “La calidad del aire es un problema que afecta gravemente a las grandes urbes, y que debe solucionarse urgentemente”.
Por lo que, en el seno de lo que será el “eje vertebrador” del programa electoral, se propondrá que además de modificar la fiscalidad, se aumentarán las competencias de las comunidades autónomas y de los Ayuntamientos para poder “castigar” a los vehículos más contaminantes.
Así pues, se pretende “evitar la dieselización de las ciudades”, ya que “determinados coches diesel nuevos, producen más contaminación que la mayoría de vehículos a gasolina de hace 20 años”.
De este modo, se plantea regular los impuestos por emisiones para favorecer así, a los vehículos más limpios, etiquetando el parque móvil en función de sus emisiones contaminantes.
La identificación por colores iría de verde a rojo, situándose respectivamente los eléctricos, los híbridos, los híbridos-gasolina, los gasolina y, por último, los diesel. También, se ha exigido un nuevo plan Renove, el cual, priorice los criterios ambientales, aprobando el Plan Nacional de Calidad del Aire.
Macias ha confirmado que “el programa electoral pretende proyectar una ley de Ahorro y Eficiencia Energética“, anunciando que “CiU impulsará que en toda la UE, se respete el 20% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), proponiendo incluso aumentar dicho límite, hasta el 30%”.