Dos de los tres agentes antidisturbios que fueron expedientados por el ministerio de Interior, a raíz de los episodios de brutalidad policial ocurridos durante las manifestaciones laicas contra las JMJ, no se encontraban en el lugar de los hechos, sino que mantenían su posición en pleno centro de la Puerta del Sol.
Tanto las prisas por ofrecer una respuesta institucional a dicho episodio como la presión ejercida desde los medios de comunicación y las redes sociales, han provocado que desde altas instancias policiales se hayan cometido una serie de errores totalmente surrealistas y más propias de películas como “Loca Academia de Policía”.
Francisco Javier Velázquez, director general de la Policía y la Guardia Civil, dio la orden de abrir expedientes disciplinarios por falta grave a tres agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), al considerar que “se extralimitaron en sus funciones” durante la intervención policial posterior a la manifestación laica celebrada el día 18 en Madrid.
La decisión se tomó después de analizar imágenes de distintos vídeos, que fueron difundidos a través de la red, en donde aparecen un grupo de agentes cargando contra una joven que les había insultado, y contra un fotógrafo que había inmortalizado dicha actuación.
Según fuentes cercanas a la investigación, dos de los tres agentes que han sido expedientados por Interior, no se localizaban en el lugar de los hechos que se muestra en los vídeos: “estaban en Sol, junto a muchos otros agentes más, pero ni se aproximaron a la calle donde se encontraban la chica y el fotógrafo que aparecen en los vídeos de internet, pueden demostrarlo”. Interior se había confundido en el reconocimiento de las identidades de los agentes antidisturbios.
Además añaden que “uno de los compañeros expedientados es una mujer, cuando en las imágenes colgadas en internet no aparece ninguna compañera, sólo se ven hombres”.