La Urticaria se manifiesta en la piel con la aparición de manchas rojas y, en algunas ocasiones, picor o prurito. La Urticaria toma su nombre de la ortiga, una hierba que, si se toca, produce en la piel del niño unas características e irritantes manchas rojas.
Del mismo modo, sobre la piel del niño también pueden aparecer unas pequeñas ronchas en relieve y de color blanco, rodeadas de una zona inflamada de color rojo. La inflamación afecta, especialmente, a los brazos, las piernas y el tórax, aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
En este sentido, el síntoma más molesto de la Urticaria es el prurito (picor), el cual, no siempre está presente, aunque de hacerlo, suele aparecer una primera vez, desaparece, y posteriormente reaparece al cabo de 24-72 horas.
Posibles causas de la Urticaria
Veamos a continuación algunas de las causas más comunes que provocan la aparición de Urticaria en la piel del niño:
El roce con la piel. Desde la punta de un lápiz hasta el contacto con un mueble, unas toallas, una pulsera o la correa del reloj, pueden ocasionar la aparición de esta afección.
Exceso de calor interno o externo. La exposición prolongada al calor de un radiador o de una estufa, un baño muy caliente, el sudor, los alimentos demasiado picantes, un esfuerzo físico intenso o incluso una fuerte emoción pueden originar su aparición.
Exceso de frío. La denominada “urticaria por frío” puede ser originada por el contacto con el agua, el aire u objetos fríos. Cuanto más baja es la temperatura, mayor será la reacción.
Los aditivos alimentarios. Son una de las causas principales de la Urticaria, en concreto, de la crónica. Alimentos como la leche, el pescado, la carne, los huevos, las habas o las nueces, pueden provocarla.
Fármacos. La penicilina, pero también el ácido acetilsalicílico y otros fármacos antiinflamatorios, hacen más permeables las paredes del intestino y pueden, por lo tanto, favorecer su aparición. La aspirina, uno de los fármacos más usados en el mundo, contiene ácido acetilsalicílico.
Infecciones. Causadas tanto por bacterias como por virus, así como por hongos, como por ejemplo, la cándida albicans.
Por último, cabe recordar que en la mayoría de los casos, la Urticaria se resuelve en poco tiempo y sin necesidad de recurrir a tratamientos específicos. De todos modos, es importante tomar nota de las circunstancias en las que ésta aparece, para así poder guiar al pediatra en su diagnóstico. Solamente habrá que visitar al pediatra cuando la Urticaria aparezca en más de una ocasión de forma más o menos consecutiva.