El Estrabismo es un defecto en los ojos que se caracteriza porque cada ojo está mirando a lugares diferentes, es decir, cuando el bebé mira un objeto, sus ojos no están situados paralelamente entre sí.
Causas del Estrabismo en bebés
El Estrabismo en bebés puede darse por diversas razones:
– Los músculos de uno de los ojos son más débiles que los del otro.
– El bebé ha sufrido una lesión cerebral durante la gestación o el nacimiento.
– El bebé ve mal por uno de los ojos, lo que se conoce como “ojo vago”, lo cual, provoca que el bebé desvíe el ojo con el que obtiene una imagen borrosa, para poder ver bien con el otro ojo.
Síntomas del Estrabismo en bebés
Los síntomas de Estrabismo que padezcan los bebés, dependerán del tipo de Estrabismo que éstos presenten. Los diferentes tipos de Estrabismo son:
Estrabismo Convergente. Se da cuando uno o ambos ojos se desvían hacia el centro, es decir, tienden a mirar hacia el lado de la nariz.
Estrabismo Divergente. Se da cuando uno o ambos ojos se desvían hacia afuera, es decir, tienden a mirar hacia la parte de los lados de la cara.
Estrabismo Alternante. En este caso, no es algo constante, pudiendo darse que un ojo se desvíe hacia la nariz o hacia el lado opuesto.
Falso Estrabismo o Pseudoestrabismo. Aparece en aquellos bebés que presentan un puente de la nariz muy amplio y los pliegues del párpado ocultan, a veces, una parte del iris.
En cualquiera de estos casos, puede darse que el estrabismo sea muy evidente, sucediendo continuamente, pero en otros casos, puede aparecer sólo de vez en cuando. Además, hay bebés que sólo cruzan los ojos en un determinado momento, como cuando tratan de enfocar un objeto cercano, mientras que otros, hacen movimientos extraños para enfocar la mirada, como puede ser, girar el cuello.
Si se detecta o sospecha que el bebé pueda padecer Estrabismo, lo más aconsejable es acudir a un oculista para que lo confirme, y realice las pruebas oportunas.
Tratamiento del Estrabismo
Existen diferentes tratamientos dependiendo del tipo y grado de Estrabismo que presente el bebé, siendo los más comunes:
– Utilizar parches para reforzar al “ojo vago”.
– Emplear gafas con unos cristales adecuados a sus ojos.
En algunos casos pueden emplearse ambos tratamientos, en otros, la operación se plantea como la única solución.