La afonía en los gatos suele estar provocada por la laringitis felina, es decir, una inflamación de la laringe del gato, la cual, puede estar provocada por diversas causas, como por ejemplo, una infección del aparato respiratorio o una irritación a consecuencia del frío o los maullidos excesivos.
Sin embargo, éstas no son todas las causas que pueden explicar la afonía en gatos, sino que existen algunas otras, como el estrés, una mudanza o la llegada de un nuevo gato al hogar.
Veamos a continuación y en detalle, las principales causas que pueden provocar una afonía en nuestro gato.
Enfriamiento
Si notamos un cambio en el tono habitual del maullido de nuestro gato, el cual, se vuelve más seco, ronco y entrecortado, podría significar que padece una irritación de su laringe por culpa de haber bebido agua demasiado fría o una ducha sin haberse secado.
En estos casos, la afonía iría remitiendo poco a poco, por lo que es mejor no intentar medicar al felino.
Estrés
La afonía felina también puede estar provocada por el estrés, por lo tanto, unos maullidos excesivos o la llegada de un nuevo gato al hogar pueden provocarle un estado de ansiedad y la consecuente pérdida de voz de forma transitoria.
Si ésta fuera la causa de la pérdida de voz de nuestra mascota, deberemos identificar la causa del estrés y tratar de solucionarla.
Afonías prolongadas
Si la afonía de nuestro gato no mejorara, podría estar causada por una enfermedad respiratoria, por lo tanto, deberíamos acudir al veterinario lo antes posible. En este caso, podría ser que el gato padeciera una infección, hubiera inhalado gases irritantes o se hubiera atragantado con algún objeto extraño.
Por supuesto, es completamente desaconsejable automedicar al gato con fármacos humanos, ya que éstos podrían resultar letales para su salud.