La mayor parte de las enfermedades que sufren las tortugas vienen provocadas por deficiencias ambientales (que la temperatura del agua no sea la adecuada, que esté sucia…), o bien, por carencias nutricionales (falta de vitaminas, alimentación poco variada o falta de calcio).
De este modo, una de las enfermedades más comunes, es la ceguera, siendo los ejemplares más jóvenes quienes son más propensos a padecerla.
La ceguera en Tortugas consiste en una oclusión o cierre del ojo, causada por una inflamación y un endurecimiento de los párpados, así como una degeneración de los mismos (mostrando una tonalidad blanquecina), lo que le impedirá abrir sus ojos.
De este modo, a pesar de la ceguera, los ojos permanecerán totalmente sanos, ya que estos quedarán protegidos bajo los párpados, sin embargo, al mismo tiempo no podrá ver, algo que derivará en que no es capaz de alimentarse, ya que al no ver el alimento, resultará muy difícil que se alimente.
Causas de la ceguera
Presenta varias causas distintas. Una de las que más afecta al animal es el propio agua del grifo, ya que contiene una alta cantidad de cloro, el cual, es una sustancia perjudicial para la Tortuga. Por esta razón es mejor emplear agua sin clorar o tratar el agua del grifo con un anticloro.
No obstante, existen otras causas como la carencia de vitamina A debido a una alimentación deficiente, o las infecciones causadas por determinados hongos que puedan aparecer en su hábitat.
Tratar la ceguera
Se trata de una enfermedad que puede tratarse, o al menos, reducir sus síntomas. Para ello, será necesario que nuestra Tortuga ingiera vitamina A en forma compleja A-D-E, la cual, podremos inyectársela bajo la cola o suministrársela en gotas.
Además de todo esto, deberemos también aplicarle una pomada especial sobre los ojos para reducir la inflamación y el dolor.