El Bulldog Francés es una raza de perro muy activa, juguetona, inteligente, poco ladradora y algo testaruda. Por esta razón, es aconsejable educarlo desde edad temprana para que aprenda a obedecer nuestras órdenes.
Relación con la familia
A pesar de lo que se pueda pensar, el Bulldog Francés es todo amor y ternura. Siempre estará pendiente de su familia, especialmente de su dueño, con el que buscará pasar todo el tiempo que pueda juntos. Es un perro muy casero que disfrutará simplemente con la compañía familiar.
Aunque el Bulldog Francés acepta bien a los extraños y a otros animales sin mostrarse excesivamente afectuoso con ellos, es un buen perro guardián, ya que siempre permanecerá alerta y sólo ladrará cuando note la presencia de algún peligro, protegiendo tanto a su familia como a su hogar.
Debido a su tamaño y sus características, el Bulldog Francés se adapta muy bien a la vida en un apartamento, ya que no precisa de grandes espacios para poder moverse libremente y donde poder dormir.
El Bulldog Francés, necesita realizar bastante ejercicio físico debido a que es un perro muy activo, aunque tenemos que regularlo de forma sana para él, ya que estos perros son propensos a padecer problemas respiratorios.
En cuanto a su comida, el Bulldog Francés es un perro que supone un gasto moderado en su manutención diaria, sin repercutir en la economía familiar.
Relación con los niños
Teniendo en cuenta que es un perro muy juguetón, paciente y afectuoso, el Bulldog Francés es un compañero perfecto para jugar con los niños, ya que estará encantado de compartir con ellos sus horas de juego, siempre y cuando lo traten adecuadamente.
Además, el Bulldog Francés es un perro muy poco ladrador, por lo que será perfecto si hay niños pequeños en la casa, ya que conseguiremos que se respeten sus horas de sueño.