El British Shorthair, al igual que el resto de gatos, precisará de una buena alimentación que se adapte a sus necesidades, ya que de ello dependerá su crecimiento, así como su estado de salud, pudiendo enfermar si no se le ofrece una dieta adecuada y saludable.
A la hora de alimentar a un British Shorthair, hay que tener en cuenta que es un gato bastante glotón, al que le encanta comer hasta saciarse por completo, además, debido a sus características físicas, posee poco espacio en la cavidad bucal, por lo que tiende a tragar el alimento sin masticar, provocándole a la larga problemas buco-dentales, como por ejemplo, la acumulación de sarro y la gingivitis, o también, regurgitaciones que pueden dañar su tracto digestivo por la acidez de los jugos gástricos.
Por todas estas razones, es muy importante disponer de un alimento específico para la raza British Shorthair, que presente partículas grandes que le obliguen a masticar y, al mismo tiempo, ralenticen la velocidad de la ingesta, consiguiendo así que mantenga sus dientes en buen estado, y que ingiera menos comida en el mismo periodo de tiempo, evitando con ello posibles complicaciones de sobrepeso.
En la alimentación del British Shorthair, no puede faltar el agua, la cual, debe estar limpia y fresca todos los días, además de estar a su alcance todo el tiempo. Del mismo modo, se le debe proporcionar un producto específico para ayudarle en la expulsión de bolas de pelo de su aparato digestivo, como es la malta, aunque también se puede optar por un pienso específico desarrollado para tal fin, si cumple con los otros requisitos previamente dichos.
Si se presentan dudas, lo mejor es acudir al veterinario, ya que será él o ella quien dará los consejos oportunos sobre la alimentación del British Shorthair, así como facilitar la elección de un pienso u otro, estipulando además unas pautas alimentarias adecuadas para esta raza de gato.