El Bosque de Noruega es una raza de gato que no presenta ninguna enfermedad propia característica de su raza, presentando una esperanza de vida bastante longeva, llegando a vivir entre los 10 y 12 años si se le brinda una buena calidad de vida.
Sin embargo, aunque es un gato fuerte y sano, no hay que tomarse la salud del Bosque de Noruega a la ligera, ya que al igual que otros gatos, puede enfermar, acortando con ello su esperanza de vida o acabando con ella en el peor de los casos.
El Bosque de Noruega no es un gato que tienda a engordar, ya que por norma general suelen ser bastante activos, pero al ser un gato de gran tamaño, se han dado casos en los que este felino ha padecido displasia de cadera u otras afecciones relacionadas con las articulaciones, originadas por el exceso de peso. Es por este motivo por lo que hay que controlar su peso para evitar este tipo de afecciones.
Otras enfermedades que puede padecer el Bosque de Noruega son aquellas que puede padecer cualquier miembro de su especie, como por ejemplo, las relacionadas con los ojos, los oídos, los dientes, las uñas, etc… Del mismo modo, al ser un gato de pelo semi-largo, puede padecer problemas en el tracto digestivo al realizar su propia limpieza diaria del pelaje, si no se le ayuda a la expulsión de las bolas de pelo.
La prevención de estas enfermedades se consigue realizando las correspondientes visitas al veterinario, donde será vacunado y desparasitado, tanto interna como externamente, evitando así que enferme de algunas de ellas.
Sin embargo, el hecho de prevenir otras enfermedades está en manos del dueño, quien debe proporcionarle al Bosque de Noruega unos cuidados básicos, como una alimentación adecuada, una higiene correcta y un lugar donde pueda ejercitarse y trepar, manteniéndolo, de este modo, alejado de dichas enfermedades.