El Bombay es un gato un tanto perezoso, por lo que a pesar de ser muy juguetón, no realizará mucha actividad física a lo largo del día, y por lo tanto, habrá que ofrecerle una alimentación equilibrada según sus necesidades.
A la poca actividad física que realiza el Bombay, se le une que es un gato muy glotón, por lo que habrá que medir bien la cantidad de comida que se le ofrece para que no coma en exceso, de lo contrario, el gato ingerirá tanta comida como sea necesaria hasta cubrir su ansia de apetito, y en caso de no controlarlo, el gato podría llegar a padecer sobrepeso u obesidad.
Del mismo modo, al ser un gato poco activo, se han de evitar las golosinas, ofreciéndoselas en intervalos de tiempo muy distanciados.
Quitando estos dos aspectos en lo referente a la alimentación del Bombay, éste ha de tener una alimentación como la de cualquier gato, siendo preciso que tenga a su disposición agua fresca y limpia todos los días.
El Bombay es un gato muy curioso, que sentirá un gran interés por todo aquello que coma su dueño, por lo que si se decide darle algún alimento que no ha comido nunca, se le ofrecerá en pequeñas cantidades y se esperará a ver si le produce algún tipo de reacción alérgica o intolerancia. No es recomendable hacer esto a menudo, de lo contrario, se acostumbrará a comer la comida de su dueño y no querrá la comida que se le prepare específicamente para él.
Si se tienen dudas a la hora de elegir qué pienso es el idóneo para el Bombay o de si se le debe ofrecer otro tipo de alimento, lo más recomendable es acudir al veterinario para que sea éste quien aconseje sobre la alimentación del Bombay, estableciendo las pautas alimentarias pertinentes.