Un alto funcionario del gobierno japonés ha afirmado que es probable que la legalización de casinos en Japón se retrase nuevamente, asestando un duro golpe al primer ministro, Shinzo Abe. La dilación afecta a los operadores de juego internacionales que se encuentran expectantes ante la posibilidad de desembarcar en el territorio y establecerse en el próximo gran mercado del juego de Asia.
Las Vegas Sands, Genting Singapore, MGM Resorts, Melco Crown Entertainment y otras empresas aguardan la aprobación de la nueva ley, así como otros potenciales inversores, quienes consideran a Japón como uno de los mayores mercados de juego sin explotar del mundo, ya que podría generar decenas de miles de millones de dólares de forma anual.
Sin embargo, es poco probable que el Parlamento japonés disponga de tiempo suficiente para aprobar la polémica ley durante la sesión actual, la cual, finaliza el próximo 30 de noviembre.
A este respecto, Keiichi Ishii, jefe de política del Partido Komeito y socio minoritario en el gobierno de coalición de Abe, afirmó que «el obstáculo para promulgarla es bastante alto, tanto para la Cámara Baja como para la Cámara Alta», añadiendo que no existía preocupación acerca de los efectos nocivos del juego sobre la sociedad.
Shinzo Abe, que desea que el primer casino de Japón se inaugure antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tuvo que ver cómo renunciaban dos ministros del gabinete, en relación a la utilización indebida de fondos públicos.
Analistas y legisladores afirmaron que el escándalo podría afectar a la Ley de Casinos, ya retrasada por las críticas que aseguran que «legalizar el juego generaría una mayor delincuencia, la adicción al juego y el lavado de dinero por parte de organizaciones criminales«.
«El apoyo de Abe va a desaparecer, y las cosas no saldrán según lo planeado. Por ejemplo, la promulgación de la Ley de Casinos podría resultar difícil de concretarse«, aseguró Tomoaki Iwai, profesor de ciencias políticas de la Universidad Nihon. «La implementación de las políticas podría resultar más complicado de lo que se preveía en un principio«.
Por otro lado, un parlamentario a favor de los casinos aseguró que «el panorama resulta bastante incierto, por lo que me temo que el escándalo por las acusaciones de los dos miembros del Gabinete que han dimitido, provocará que Abe tenga menos capacidad de influencia sobre sus colegas de la coalición, animando a los legisladores anti-casino dentro de la coalición, a imponer su visión«.