Silvio Berlusconi, Presidente del Gobierno italiano, ha confesado en unas escuchas telefónicas filtradas que piensa en abandonar Italia, calificándolo como “país de mierda” y que sólo pueden acusarle de “follar mucho”.
Dicha conversación (de aproximadamente 13 minutos), entre él y Walter Lavitola, contra el que la justicia italiana ha emitido una orden de busca y captura acusado de “extorsionar al primer ministro”, se produjo el pasado 13 de julio donde se abordaron distintos asuntos.
El tono del ministro fue aumentando cuando surgió el tema de la supuesta logia masónica P4, en la que se han visto implicados determinados colaboradores suyos.
“Me importa una mierda este asunto, tengo la conciencia tan limpia en todo lo que hago que no me afecta nada. No he hecho nunca nada que pueda ser considerado como un delito, así que estoy totalmente tranquilo”, afirma el primer ministro italiano.
Además añade: “Lo único que pueden echarme en cara es que follo mucho. Eso es lo único que pueden decir que hago, así que, pueden ponerme los micrófonos donde quieran y escuchar mis conversaciones. Me resbala. Total, en pocos meses me voy a ir por mi cuenta a otro sitio”.
Dichas conversaciones están recogidas en una investigación judicial que ha supuesto el arresto de Giampolo Tarantini y su esposa Ángela Vevenuto, por un supuesto chantaje realizado a Berlusconi, con motivo de sus famosas fiestas privadas con chicas jóvenes donde varias de ellas eran supuestamente prostitutas.
De este modo, la fiscalía de Nápoles considera probada la relación de amistad entre ellos, donde Lavitola, actualmente en paradero desconocido, se ofreció como intermediario entre Tarantini y Berlusconi para suministrar el “personal” asistente a las fiestas.