Una de la primeras decisiones que tiene que tomar la madre nada más nacer su bebé, es si va o no a darle el pecho. La mayoría de las madres eligen la que es, la más adecuada, es decir, dar el pecho al bebé, pero el resto, por unas razones u otras, optan por las leches artificiales.
Cada madre es libre de alimentar a su pequeño como ella estime oportuno, y la decisión que ésta tome debe ser respetada, aunque eso sí, muchos médicos recomiendan que, aunque no se le vaya a dar el pecho al bebé, sí que es aconsejable darle el calostro.
¿Qué es el calostro y cuál es su función?
El calostro es la primera leche que producen los pechos durante el embarazo y los primeros días después del parto, teniendo una duración de entre 2 y 5 días antes de que se empiece a producir la leche definitiva. Es una sustancia viscosa y de color amarillento que está compuesta, entre otras cosas, de grasas, proteínas, agua, carbohidratos y anticuerpos.
Aunque pueda parecer poca cantidad, es suficiente para cubrir las necesidades del pequeño durante los primeros días, dado que su aparato digestivo empieza a funcionar. Además, el calostro, actúa como un laxante que estimula las primeras deposiciones del bebé.
La función principal del calostro, se podría decir que es como si fuera la primera vacuna del bebé, ya que gracias a él, el sistema inmunitario del bebé, se hará más fuerte para combatir a todos aquellos agente externos que comenzarán a atacar su pequeño y débil cuerpo.
Composición del calostro
Aminoácidos. Fundamentales para la actividad celular.
Anticuerpos. Previenen las infecciones que puedan atacar al organismo, ya que el sistema inmunitario del bebé es muy inmaduro.
Factores naturales del crecimiento. Aceleran el crecimiento de muchas células y frenan el desarrollo de células negativas.
Vitaminas. Ayudan al cuerpo a hacer sus funciones principales.
Citoquinas. Estimulan los ganglios linfáticos, los cuales, tienen una función antiviral.
Glicoproteínas. Permiten que los factores del crecimiento e inmunológicos pasen por el estómago sin ser destruidos por el ácido.
Lactoferrina y transferrina. Transportan el hierro hasta los glóbulos rojos.
Lactobacillus Bifidus Acidophilus. Reduce bacterias y hongos nocivos para el aparato digestivo.
Leucocitos. Evitan que los virus se reproduzcan, e impiden su entrada a las células.
Además de todo esto, también contiene azufre, polipéptidas ricas en prolina, enzimas, lisozimas, linfocinas, oligopolisacáridos y glicoconjugados, inhibidores tripsinicos y proteásicos, otros factores inmunitarios y otros componentes que hacen del calostro el mejor alimento para el bebé en sus primeros días de vida.