Las mascotas no sólo pueden tener la función de hacernos compañía o ser un miembro más de la familia a la que dar afecto, sino que convivir con ellas, nos puede reportar enormes beneficios, en especial, si somos personas con problemas físicos o anímicos.
En este sentido, con algunas de estas mascotas se pueden llegar a poner en práctica, incluso, diversas terapias de ayuda, como por ejemplo, la Gato-terapia, cuyos protagonistas, como es obvio, son los gatos.
Pese a no ser muy conocida, la Gato-terapia proporciona multitud de beneficios a todos los niveles, ya que por ejemplo, tener un gato echado en el regazo nos aportará un nivel alto de tranquilidad y afecto, así como el ronroneo que emita mientras lo acariciamos, incrementará esa sensación de relajación.
Base científica de la Gato-terapia
Numerosas investigaciones llevadas a cabo en los últimos 20 años, son las que han conseguido demostrar empíricamente los múltiples beneficios que proporciona estar en compañía de los gatos.
Una de las conclusiones a las que han llegado estos estudios, afirma que aquellas personas que han sufrido accidentes cardiovasculares, mejoran mucho más rápido y presentan una esperanza de vida mucho más prolongada, al convivir diariamente en compañía de uno o más gatos.
Así pues, no cabe duda que adoptar un gato como mascota siempre es una decisión acertada, y más si cabe, si por cualquier razón, estamos padeciendo algún problema de salud.
Para beneficiarnos de la Gato-terapia, únicamente deberemos sentarnos con él en brazos durante 30 minutos cada día, mientras leemos o vemos alguna serie o película, consiguiendo no sólo un mejoramiento general de nuestro estado de salud, sino que además, el vínculo afectivo entre nosotros y él, se irá estrechando hasta conseguir una confianza mutua extrema.
Gato-terapia para todos
Aunque la Gato-terapia es totalmente recomendable para cualquier tipo de persona, sin duda está más indicada para ancianos y niños.
En los más pequeños está más que comprobado que fomenta el deseo de comunicarse, por lo tanto, estará especialmente indicada para aquellos niños que presentes problemas de socialización.
Respecto a los ancianos, la Gato-terapia conseguirá suprimir el estrés, especialmente en aquellas personas que se encuentren convalecientes o presenten algún tipo de enfermedad crónica.