El cuidado de los niños, así como los trabajos vinculados con la casa, han sido siempre desempeñados por las mujeres, dado que los hombres de la casa, eran los encargados de salir a trabajar para sacar adelante a su familia.
Hoy en día, estos papeles distan mucho de ese antiguo patrón social, ya que una madre también tiene un trabajo fuera del hogar. Por este motivo, es muy importante que tanto la madre como el padre del nuevo bebé que ha llegado a este mundo, compartan las tareas del cuidado del pequeño, brindándose ambos una experiencia única.
Ventajas de compartir los cuidados del bebé
Cuidar a un bebé requiere de mucho tiempo y esfuerzo, por este motivo, la madre no debe menospreciar la ayuda que su pareja le pueda brindar en un momento como éste. Además, compartir las tareas del cuidado del bebé beneficiará a ambos padres.
Por un lado, si la madre trabaja, que el padre se encargue del bebé, le proporcionará la seguridad y confianza que ésta necesita cuando se desprenda del pequeño, sabiendo que estará en buenas manos. Del mismo modo, si el padre se encarga de ciertos cuidados del bebé, la madre dispondrá de más tiempo libre y descanso.
Por otro lado, que el padre se encargue de cuidar al bebé, le permitirá crear un vínculo afectivo con su hijo mucho más fuerte, algo imprescindible si la madre tiene que ausentarse, ya que de este modo el bebé no se sentirá desprotegido sin su madre, ya que está en las manos de papá, siendo esto muy importante para su desarrollo emocional.
Cómo fomentar el vínculo entre el padre y su bebé
Para que la relación entre padre e hijo sea lo más sana posible, hay que procurar que el padre se involucre en el contacto con el pequeño desde el momento del embarazo.
Esto es posible en los meses avanzados de la gestación, cuando el bebé ya puede sentir y notar lo que ocurre a su alrededor. En este momento, con colocar la mano en la barriga de la mamá y hablarle al pequeño, para que éste se vaya acostumbrando a su voz, serán suficientes.
Además, será importante que el padre se encuentre en el momento del parto apoyando a su pareja, de este modo, podrá estar presente en las primeras horas de vida del bebé.
Posteriormente, podrá encargarse de todos aquellos cuidados que no son exclusivos de la madre como por ejemplo, darle el biberón, cambiarle los pañales, jugar con él, bañarle, etc…