La radicalización de los grafitis no artísticos, por parte de bandas organizadas, ha alcanzado tal extremo, que han comenzado a bloquear las vías de los trenes (con pasajeros dentro) para así detenerlos y poder “decorarlos”.
Sirva como ejemplo, el caso que hizo público ayer Francisco Tortosa, responsable de la brigada especial de la Policía Local de Benidorm, donde una banda de grafiteros colocó una barricada metálica en medio de uno de los tramos.
Dicho acto, no sólo suponía un riesgo alto de electrocución para los pasajeros, ya que era un día de fuertes lluvias, sino también para los propios vándalos, pudiendo provocar incluso el propio descarrilamiento del vehículo.
Aparte de este tipo de asaltos, también se han registrado el ensuciamiento con pinturas de sprays, de 27 trenes en total (21 sólo este año), lo que supone un coste de entre 3.000 y 5.000 euros en gastos de limpieza.
En términos globales, “hay menos denuncias porque ahora prefieren abonar la multa que limpiar”, según lo anunciado por el concejal de Seguridad, Juan Seva, pese a que en los últimos dos años se han identificado 1.169 pintadas de 50 grafiteros distintos.
Respecto a los casos más graves, los considerados como delitos, las Fuerzas de Seguridad han conseguido detener a 14 personas, sobre todo en Alicante, Valencia y Madrid.
Además, también se ha sancionado a otros 20 individuos no reincidentes, grafiteros esporádicos, que firmaron con su nombre, lo que permitió posteriormente identificar a 93 en total.
La base de datos con la que cuenta la Policía Nacional, dispone de un registro fotográfico de más de 16.000 grafitis, y que gracias a la aplicación de técnicas grafológicas, se han podido identificar a los infractores, a pesar de no “pillarlos” in fraganti.