La artritis es la inflamación de una o más articulaciones. Es una de las enfermedades articulares más comunes en perros, especialmente en razas grandes y gigantes.
Existen diferentes tipos de artritis, pero la más destacable en las razas de perros es la artritis reumatoide, la cual, consiste en la inflamación de una o más articulaciones y también en los tejidos circundantes, afectando otros órganos y llegando a presentar deformación en las mismas.
La artritis reumatoide presenta una peculiaridad, y es que cuando aparece, afecta a las articulaciones en ambas partes del cuerpo a la vez, es decir, a las dos rodillas, a los dos codos, etc…
La inflamación articular que caracteriza a la artritis puede deberse a varias causas, como por ejemplo: una lesión, la edad, obesidad, una enfermedad congénita (como la displasia), etc… Mientras que las causas que provocan la artritis reumatoide son aún desconocidas.
En ambas enfermedades se presenta un desgaste prematuro del cartílago articular, provocando dolor constante y limitando los movimientos de nuestro perro. Pueden aparecer a cualquier edad y en cualquier tipo de perro.
Los principales síntomas que podemos percibir son: cojera, dificultad para levantarse después de un largo tiempo de reposo, se niega a correr o subir escaleras, apenas juega, etc…
Como pasa en el resto de enfermedades degenerativas articulares, no existe una cura exacta que las erradique, pero sí hay varios tratamientos, que harán que nuestro perro pueda llevar una vida normal.
Si estas enfermedades se manifiestan de forma leve, podremos paliar el dolor que sufra nuestro perro mediante determinados fármacos, como la condroitina, la cual, evitará el desgaste prematuro del cartílago articular, aliviando consigo el dolor. Si por el contrario, estas enfermedades se encuentran en un estado más avanzado, se puede recurrir a la cirugía para corregir las articulaciones que hayan sufrido un daño grave.
Para prevenir estas enfermedades, lo más recomendable es que en la etapa de crecimiento de nuestro perro le proporcionemos una alimentación y un ejercicio equilibrados, fortaleciendo sus huesos y músculos al unísono, y evitando los suelos duros y fríos. Todo esto, hará que nuestro perro sea menos propenso a padecer estas enfermedades.