Aunque la mayoría de nosotros no pensamos en ellos como mascotas, lo cierto es que los Gansos están considerados como unos excelentes animales domésticos. Y es que a pesar de que son empleados para la explotación avícola (de ellos se aprovechan sus plumas, su carne, sus huevos, etc…), pueden convertirse en grandes animales de compañía siempre y cuando se les proporcionen los cuidados adecuados.
Por lo tanto, si deseamos tener un Ganso como mascota no deberemos preocuparnos de disponer de un corral donde pueda habitar, sino también, de ofrecerle una alimentación que le permita desarrollarse de forma adecuada.
Alimentación del Ganso
A pesar de lo que mucha gente cree, los Gansos son animales omnívoro, por lo tanto, aunque se alimentan sobre todo de plantas, también ingieren lombrices y caracoles, sobre todo cuando viven en libertad.
Respecto a los vegetales, suelen preferir hierba, hojas tiernas, semillas y frutas. Además, hay que tener en consideración que gracias a su ancho pico y a su “uña”, son capaces de arrancar y cortar los tallos más duros de los pastos. En este sentido, los gansos, al igual que las vacas o las ovejas, son aficionados a pastar la hierba.
Por otro lado, se trata de un animal al que le gusta buscar su propia comida, por lo que, necesita disponer del espacio y la libertad suficiente.
Cuidados del Ganso
Relacionado con todo lo anteriormente dicho, debemos saber que el Ganso es un animal que siempre debe disponer de agua fresca y limpia, así como de mucho espacio para moverse y ejercitarse.
Así pues, no es nada recomendable ni saludable encerrarlo en una jaula, por lo que la mejor opción es construir o adquirir un corral cerrado, el cual, no sólo le ofrecerá el espacio necesario para no sentirse agobiado, sino que también, le protegerá del frío y de las inclemencias meteorológicas externas.