La castración de un gato debido a problemas de comportamiento es una situación bastante habitual a la que deben enfrentarse los dueños de este tipo de mascotas. En este caso, es necesario tener en cuenta que, a partir de la pubertad, los gatos machos tienden a mostrar comportamientos dominantes, como por ejemplo, marcar el territorio, escaparse de casa, tener peleas con otros gatos, etc.
Muchos especialistas recomiendan que cuando alcanzan una edad cercana a los 6 meses, se les castre, una operación de rápida recuperación que ayuda a evitar este tipo de comportamientos. Sin embargo, cuando optamos por esta solución, es importante que controlemos todavía más su alimentación, la cual, cambiará a partir de ese momento.
Veamos a continuación las claves de la dieta de un gato castrado.
Recomendaciones alimentarias para gatos castrados
Para garantizar el buen estado de salud de nuestro gato castrado es necesario controlar su alimentación, ya que en la mayoría de los casos, el felino suele ganar algo de peso.
Para evitar que el sobrepeso se convierta en obesidad, podemos administrarle una alimentación específicamente formulada para gatos esterilizados. Esta comida contiene un nivel de calorías adecuado, el cual, se obtiene incrementando el porcentaje de proteínas y reduciendo el de hidratos de carbono.
Por otro lado, es importante que la comida resulte saludable para los riñones, es decir, que contenga una composición mineral que ayude a prevenir la formación de cálculos renales.
Además, este alimento específico mantiene al gato en su peso óptimo ideal, presenta una textura idónea para prevenir la formación de placa y sarro en los dientes y, al morderlo, mantiene los dientes limpios y saludables. Por si fuera poco, tendremos la oportunidad de escogerlo entre distintos sabores, adaptado tanto para los gatos amantes del pescado como para los que prefieren la carne.