Todos los bebés nacen con una creatividad innata, con la que son capaces de solucionar los problemas de una manera que a un adulto le resultaría imposible pensar, dado que cuando se es mayor, ya se tienen establecidos unos patrones de cómo se han de hacer las cosas.
Esta creatividad que caracteriza a los bebés, se disipará con el paso del tiempo si se le prohíbe hacer uso de ella, pero puede ser un espléndido recurso para el pequeño si se le ayuda a estimular y fomentar la imaginación natural que posee.
Cómo fomentar la creatividad del bebé
Existen muchas actividades que se pueden llevar a cabo para fomentar la creatividad en los bebés, de entre las cuales, se pueden destacar:
El dibujo libre. Tal y como dice la palabra, no se le debe obligar al niño a pintar, ya que no a todos los niños les gusta esta actividad, y mucho menos a una edad determinada. El hecho de pintar, muestra una forma de expresarse, por lo que si se deja que el niño pinte cuando quiera y lo que quiera, estará dando rienda suelta a esa imaginación que él posee. Señalar que es aconsejable ofrecerle al pequeño, desde edad temprana diferentes maneras de pintar, ya sea utilizando materiales o superficies diversas.
Jugar disfrazado. Adoptar diferentes roles y situaciones estimulará su creatividad y le preparará para la vida real, ayudándole a descubrir quién quiere ser. Si el niño disfruta jugando así, no hay porqué negárselo, siempre y cuando no resulte peligroso para nadie, ya que éste será un rasgo de su personalidad.
Leerle mucho. Si a un niño se le lee desde pequeño, éste mostrará interés por la lectura, descubriendo día a día, el gran mundo que esconden los libros. Cuando es pequeño, se le puede leer todo tipo de libros, ya sean cuentos, comics, etc… pero cuando ya se interese por la lectura, es muy importante dejarle elegir lo que quiera leer, y nunca se le debe obligar a ello.
Sea cual sea la actividad que se lleve a cabo, es muy importante no juzgar sus resultados, ni resaltar los defectos que haya tenido, ya que si se hace así, el niño evitará hacer aquello que le ha salido mal, reprimiendo la imaginación que le ha llevado a hacerlo.
Por ello, lo más aconsejable es compartir la alegría del niño en ese momento, felicitarlo, y animarlo a seguir adelante.