El Gobierno de Mariano Rajoy tomará sus primeras decisiones de forma inmediata y contundente. Este es el mensaje que ha querido transmitir Mariano Rajoy a sus colaboradores más cercanos. Respecto a la política exterior, la voz cantante la llevará Jorge Moragas.
Me cuenta mi “enano infiltrado” que Moragas dispone de toda la confianza de Rajoy para liderar la política exterior de su Gobierno, durante los próximos 4 años.
El catalán lleva tiempo “trabajándose” a los líderes europeos más influyentes, para obtener su confianza, en especial, con los gabinetes de Merkel, Sarkozy y Cameron.
Para el PP, resulta prioritario concluir con determinadas políticas que ha venido manteniendo el ministerio de Exteriores, en los últimos años.
Entre esas políticas, la primera de ellas será precisamente, suprimir los llamados “embajadores políticos”, es decir, los no pertenecientes a la Carrera Diplomática y que han sido “designados a dedo”, en todas las delegaciones españolas repartidas por el mundo.
Rajoy y Moragas revisarán uno por uno, todos los puestos de embajadores, para así poder comenzar a sentar las bases de su nueva política exterior, la cual, consistiría nombrar al mayor número posible de diplomáticos de carrera.
Desde Génova aseguran que “algunos de los actuales embajadores son totalmente válidos para mantenerse en el puesto, y que por tanto, continuarán”, sin embargo, también son totalmente conscientes de que “hay que terminar con los nombramientos arbitrarios, que ha venido ejerciendo Moratinos y posteriormente, Trinidad Jiménez”.
En relación a la situación de bloqueo que sufren los diplomáticos más jóvenes (aquellos que no pueden salir al exterior), el PP tiene previsto rediseñar la carrera para que los nuevos funcionarios, puedan establecer su estancia en el extranjero, evitando de este modo, que se repitan episodios como los sucedidos en años anteriores.