Peligros del bebé con las mascotas

A pesar de que son muchos los beneficios conocidos que las mascotas pueden aportar a los bebés, éstas también pueden perjudicarles negativamente, llegándoles a transmitir ciertas enfermedades si no se les lleva periódicamente al veterinario. En caso contrario, si éstos siguen los controles necesarios, los riesgos para el bebé serán los mínimos.

Arañazos

En algunos casos, si el arañazo provocado por un gato no es desinfectado, éste puede causar una infección, la cual, suele presentarse en aquellas personas con un sistema inmunológico débil. Esta infección, cursará con fiebre, dolor de cabeza, hinchazón en la zona del arañazo e inflamación de los ganglios linfáticos, y se curará fácilmente con unos antibióticos adecuados.

Eccemas

Cuando la mascota presente lesiones o heridas sobre la piel, será necesario curarlas cuanto antes, para evitar que la infección se propague y el niño se vea perjudicado. A pesar de que normalmente no es grave, será aconsejable controlar el contacto del niño con la mascota, consiguiendo así que no entre en contacto con los gérmenes presentes en la herida ni con los productos que se empleen para curarla.

Pulgas y garrapatas

Estos parásitos, por norma general, suelen preferir habitar en las mascotas, por lo que en un principio no supondrían nada grave para los niños. Sin embargo, si éstas fuesen transmitidas al niño, las pulgas le provocarían una dermatitis y las garrapatas podrían provocarle una infección, la cual, se curaría con unos antibióticos adecuados.

Alergias

Las alergias provocadas por las mascotas en algunos niños, principalmente se deben al pelo de la misma, provocando síntomas muy reconocibles a simple vista, como son los estornudos, hinchazón en los ojos y, en casos más graves, crisis asmáticas. Si el niño presentara unos síntomas leves, bastaría con evitar que la mascota accediera a su habitación y controlar los contactos con la misma. En el caso de que la alergia sea mucho más grave, la única solución sería alejar al niño de la mascota.

Toxoplasmosis

La toxoplasmosis es una enfermedad de la cual un gato sano puede ser portador y que se contagia por contacto con las heces del animal. No es una enfermedad grave, ni siquiera si el niño la contrae en sus primeros años de vida, no obstante, suele ser confundida en muchos casos con una gripe. Sin embargo, sí que habría que poner especial cuidado durante los primeros meses de embarazo, ya que esta enfermedad puede causar lesiones serias en los órganos del futuro bebé.