Muchas parejas son aficionadas a pasar sus vacaciones invernales en la nieve, ya sea porque les gusta desconectar o porque adoran esquiar, sin embargo, muchas de ellas optan por dejar de lado su afición cuando a su vida llega un bebé. Aunque esto no tiene porqué ser así, ya que se puede disfrutar perfectamente de unas vacaciones en la nieve en familia, siguiendo una serie de consejos.
Recomendaciones para la salud del bebé
Resulta imprescindible, antes de aventurarnos con el pequeño en la nieve, saber que hay varias cuestiones sobre su salud muy importantes, como por ejemplo, que no debemos llevar a nuestro pequeño a grandes altitudes, ya que su cuerpo no se aclimata tan rápidamente como el nuestro al cambio brusco existente en el aire, donde hay menor cantidad de oxígeno, sobre todo si nuestro bebé padece anemia o problemas de corazón, aunque sean leves.
Además, si el bebé está malito o presenta dolor de oídos, no es aconsejable llevarlo, ya que al existir también un cambio de presión, sus afecciones podrían verse aumentadas.
Cuidados del bebé
Otro aspecto a tener en cuenta, es si los padres quieren esquiar. En este caso, es aconsejable que antes de reservar en una estación de esquí su estancia, comprueben si tienen servicio de guardería para poder dejar a su bebé en un lugar adecuado, pero nunca sobrepasando las 2 ó 3 horas, ya que los bebés no suelen estar a gusto con los extraños. Otra opción, puede ser que vayan los abuelos en el viaje, así éstos podrían cuidar del pequeño.
En cuanto al resto de utensilios indispensables, será conveniente llevar bastante ropa para cambiar al pequeño, procurando emplear prendas con las que no haya que dejar al bebé completamente desnudo, ya que podría enfermar con el frío.
Protección frente al sol
También es muy importante proteger al niño de la intensa luz solar que se refleja en la nieve, por lo que habrá que protegerle los ojos con unas gafas adecuadas, pudiendo emplear una gorra con visera si el pequeño se quitara todo el rato las gafas. Además, se han de prevenir las quemaduras solares aplicando un protector solar adecuado, y las grietas en los labios, aplicando una crema labial.
Método de transporte
En cuanto a la manera de desplazarse con el bebé, lo más adecuado es utilizar un portabebés, porque, como es evidente, con el cochecito será una tarea casi imposible. Así de esta manera estaremos en contacto con el bebé, pudiendo darle calor constante y sabiendo si tiene frío en todo momento.
Todas estas preocupaciones se acentuarán cuando el niño vaya creciendo, ya que al sostenerse por sí mismo, querrá explorar y esquiar, no siendo muy conscientes de los peligros que le rodean.