Ya sea público o privado, el Césped es una excelente alternativa ornamental para cubrir el suelo y proporcionarle un aspecto atractivo y vistoso, no obstante, no sólo su cultivo requiere de una preparación previa muy concreta para poder conseguir un tapiz de hierba perfecto, sino también, un mantenimiento regular que nos permita conservarlo en perfectas condiciones durante todo el año.
Preparación del suelo para el Césped
Antes de plantar cualquier Césped, debemos considerar diferentes aspectos, como por ejemplo, la exposición diaria a la luz solar del terreno, el nivel ambiental de humedad y calor, la naturaleza química y física del terreno, el pH de la tierra, las posibilidades de riego y fertilización o las necesidades de escarda y siega.
El terreno donde se vaya a plantar Césped debe revolverse a una profundidad aproximada de 20 cm, asegurándonos de que no queden terrones de tierra o piedras. También, la tierra debe ser nivelada antes de apisonarse definitivamente, de modo que adquiera la firmeza necesaria para el correcto desarrollo del Césped.
En caso de que el suelo no sea rico en nutrientes, podremos colocar primero una capa de musgo, la cual, le resultará enormemente beneficiosa al Césped en las primeras fases de su desarrollo.
Plantación del Césped
Las semillas de Césped deben extenderse a lo largo de toda la superficie de cultivo, compactando bien toda la tierra antes de realizar el primer riego con gotas de agua finas.
Podemos optar por diferentes métodos de cultivos, uno de ellos, es el cultivo de césped a partir de semillas, en el que tendremos que prestar atención ante la posible presencia de pájaros y hormigas, los cuales, no sólo se alimentarán de las semillas, sino también, excavaran huecos en el terreno que luego deberemos rellenar.
El método más utilizado en la actualidad y más eficiente, consiste en colocar fajas de tepes, que son tiras o porciones cuadradas de césped ya plantado en tierra previamente tratada y que simplemente será necesario adherir perfectamente los bordes de las mismas al suelo de nuestro jardín, y también, los bordes entre una faja de tepe y otra, realizando riegos regulares y compactándolas con la superficie.
Mantenimiento del Césped
Una vez hemos completado el proceso de plantación, procederemos a realizar el mantenimiento del Césped, una fase crítica y de suma importancia en el correcto desarrollo del mismo.
El riego a aplicarse debe ser regular, de modo que el Césped siempre se mantenga húmedo, mientras que, respecto a los nutrientes que requiere, deberemos proporcionarle fertilizante necesario dos veces al año, en primavera y en otoño.
En el momento en que observemos que determinadas partes del Césped comienzan a envejecer, directamente las eliminaremos, repoblando las zonas vacías con semillas especiales para dicho propósito.
Por último, es conveniente no sólo airear el suelo de forma regular mediante la utilización de un aireador de césped, sino también, escardar las posibles malas hierbas que genere, así como realizar una poda completa, una vez al mes.