El apeo o talado de árboles consiste en retirar un árbol que ya no nos resulta útil de nuestro huerto o jardín, ya sea porque se ha secado, o bien, porque ha muerto. Para ello, deberemos disponer de las herramientas necesarias, como por ejemplo, una motosierra, una azada y una pala, así como complementos que nos mantengan seguros durante el proceso, como unas gafas y unos guantes protectores.
El apeo de árboles es un proceso bastante sencillo, en el cual, comenzaremos por retirar las ramas finas ayudándonos de la motosierra. Una vez taladas las ramas finas, las retiraremos de la base del árbol, pudiendo posteriormente reutilizarlas, triturándolas para elaborar un buen compost o para realizar un acolchado que podremos emplear en el resto de nuestras plantas.
Cuando hayamos retirado las ramas cortadas, procederemos a cortar las ramas más gruesas, para posteriormente seguir cortando el tronco. En este caso, tanto las ramas gruesas como el tronco podrán ser reutilizados para combustible en chimeneas o barbacoas, por este motivo, es recomendable cortar trozos que se ajusten a tales fines.
En lo que se refiere al tocón del suelo, es aconsejable sacarlo en su mayoría, ya que si lo cortamos a ras del suelo, podríamos tener problemas y tropezar con él en un futuro, como por ejemplo, al pasar el cortacésped.
Para quitar el tocón del árbol, tendremos que retirar, con la ayuda de la azada, la tierra que está alrededor de éste, llegando a una profundidad de, al menos, 10-15 cm. Si el tronco estuviera muy amarrado al suelo, procederemos a cortarlo con la motosierra, sin embargo, si éste se encuentra suelto, lo mejor es retirar el cepellón con todas las raíces que presente.
Por último, hay que tener en cuenta que si la causa de la muerte del árbol ha sido provocada por un hongo, y plantamos el mismo tipo de árbol, lo más probable es que se nos vuelva a infectar, por lo que es aconsejable colocar otro tipo de árbol.