Un cultivo hidropónico es un tipo de cultivo que no requiere de tierra, únicamente necesita agua y distintos materiales.
Es conocida como la agricultura del futuro, ya que su elaboración resulta económica y proporciona innumerables ventajas con respecto a los tipos de cultivo tradicionales, como por ejemplo, el hecho de que no atraen parásitos o bacterias, no se erosionan, no requieren de una gran superficie, y por supuesto, se pueden preparar de forma casera.
Materiales
Veamos a continuación la lista de materiales necesarios para la elaboración de un sistema de cultivo hidropónico:
Un recipiente o un envase que disponga de una profundidad mínima de entre 20 y 30 cm. Es recomendable que dicho receptáculo sea de una tonalidad oscura para que la luz no incida de forma directa en la raíces.
Una bomba aireadora como las que se emplean en los acuarios. Ésta se utiliza para que el agua disponga de una correcta oxigenación constante.
Una solución nutritiva, que si bien puede ser elaborada de forma casera, existe la alternativa de adquirir soluciones hidropónicas ya envasadas que disponen de los nutrientes necesarios.
El sustrato, el cual, se utilizará como almacén de nutrientes y como base para las plantas.
Las semillas o las plantas que se desean cultivar.
Un tapón de goma o plástico
Una tabla de madera, la cual, debe presentar las mismas dimensiones que el recipiente.
Elaboración
Primeramente, debe efectuarse un agujero en la base del recipiente escogido. En este orificio se insertará el tapón de goma o de plástico, con el objetivo de facilitar los cambios de agua cada vez que sea necesario.
Con un taladro haremos varios orificios en la tabla de madera (dependiendo de la longitud de la tabla), intentando que éstos sean equidistantes entre sí.
Por los orificios introduciremos las raíces de la planta, teniendo cuidado de no lastimarlas y que queden totalmente sumergidas en el agua, aunque eso sí, es importante que el tallo quede por encima del nivel máximo del agua.
Posteriormente, aseguraremos la planta con el sustrato, el cual, es un medio sólido e inerte que protege y proporciona soporte a la planta para el desarrollo de la raíz, permitiendo además que la solución nutritiva se encuentre disponible para su desarrollo.
Con la bomba aireadora oxigenaremos el agua, preferiblemente, cada 2 ó 3 horas al día, revisando la solución hidropónica en dicho momento. En cualquier caso, podremos añadir nutrientes de forma independiente para que la planta pueda conservar la cantidad de nutrientes necesarios para su correcto crecimiento.
Por último, cabe mencionar que se puede ubicar el cultivo aprovechando los espacios de la propia casa, como por ejemplo, el patio, la terraza o alguna pared (optando por un cultivo vertical), no obstante, lo importante es que las plantas puedan recibir la cantidad de luz solar necesaria.