El Picudo Rojo (Rhychophorus ferrugineus) es un escarabajo de color rojo, originario de Asia, que siente predilección por las palmeras del genero Phoenix, como por ejemplo, la palmera canaria y la datilera.
El Picudo Rojo suele depositar sus huevos en la inserción de las hojas o en las heridas abiertas. Cuando nacen las larvas, éstas van escavando un túnel hacia el interior, alimentándose de la planta. Una vez llega a la etapa madura, saldrá al exterior para colonizar otros ejemplares.
Síntomas del ataque del Picudo Rojo
Respecto a los efectos provocados por el Picudo Rojo en las plantas, tenemos que a lo largo de su ciclo vital, la planta queda no sólo afectada exteriormente, sino también, internamente:
– Sus hojas externas mostrarán una forma curvada hacia abajo, formando caídas, mientras que las centrales, tendrán el extremo retorcido. También mostrarán los bordes roídos o perforaciones en forma de V.
– Se detectará la presencia de capullos, larvas o adultos revoloteando alrededor.
– Aparecerán galerías y perforaciones internas en las axilas de la planta y en los cortes de poda.
– En caso de las datileras, se observarán exudaciones en el tronco.
Cómo combatir al Picudo Rojo
El Picudo Rojo y sus terribles efectos se pueden combatir de diversas maneras, siendo todas ellas, respetuosas con el resto de cultivos.
Podas planificadas
En principio, podremos evitar la llegada de los Picudos Rojos adultos a nuestros cultivos, realizando los procesos de poda en épocas frías, ya que es el momento en que su movilidad se reduce significativamente.
En este sentido, tampoco deberemos realizar podas excesivas, sino más bien, retirar únicamente las hojas secas.
Además, si al realizar una poda, provocamos una herida en la palmera, ésta deberá ser curada de forma inmediata, ya que este tipo de heridas suelen desprender un fuerte olor (procedente de las kairomonas) que puede captar la atención de Picudos Rojos a kilómetros de distancia.
Endoterapia vegetal
Se trata de una técnica muy segura y limpia, donde el insecticida no entra en contacto con el medio ambiente, ya que solo actúa en el interior de la palmera.
Para ello, debe emplearse un inyector de taladro, por el cual, se introducirá el insecticida sistémico que viajará a toda la planta, a través de los vasos vasculares. En este caso, matará al insecto y a todas las larvas, cuando éstas ingieran la planta.