Los Colémbolos (Collembola) son unos artrópodos que reciben este nombre debido a un apéndice retráctil que poseen al final de su abdomen, denominado fúrcula (collembola) o furca, el cual, les proporciona la capacidad de propulsarse y alejarse cuando se sienten amenazados. Esta distancia no será grande, ya que el tamaño de los Colémbolos no pasa de entre 1 y 5 mm.
Gracias a su diminuto tamaño son difíciles de observar para el ojo humano, pero en contraposición a esto, y debido a que viven en el sustrato de las plantas y no reciben la luz solar, presentan un color muy característico, el blanco, el cual, les delata con facilidad cuando existe un número elevado.
Los Colémbolos no representan una gran amenaza para las plantas, es decir, son una plaga relativamente inofensiva, debido a que se alimentan de los micelios, las esporas y las bacterias presentes en el sustrato, sin embargo, si no se controlan pueden resultar un tanto molestos, ya que pueden invadir tanto interiores como exteriores.
En este caso, existen diversas variedades de Colémbolos, pudiendo adaptarse a medios terrestres o acuáticos, e incluso algunos sí que se alimentan de las plantas.
Tratamiento contra los Colémbolos
Lo primero que deberemos hacer es limitar la cantidad de agua que le proporcionamos a la planta, ya que esta plaga es atraída por la humedad, por lo que bastará con dejar secar la tierra por completo antes de volverla a regar para eliminarlos.
A este respecto, también podemos cambiar la planta de maceta, empleando un nuevo sustrato y retirando del cepellón toda la tierra vieja que sea posible, para no trasladar también a los Colémbolos. Nos tendremos que asegurar que la nueva maceta presenta un buen drenaje, para lo cual, podremos emplear gravilla en el fondo de la misma para mejorar dicha función.
Otra solución para eliminar los Colémbolos consiste en emplear un insecticida casero de agua jabonosa. Para ello, mezclaremos una cucharada de lavavajillas (15 ml) en un litro de agua, y con esta mezcla regaremos la planta. Realizaremos esta operación hasta que observemos que del agua expulsada por la maceta no salen más Colémbolos, asegurándonos siempre de respetar los intervalos de riego, para evitar así el exceso de humedad.
En última instancia, podremos acudir a insecticidas químicos, teniendo en cuenta que han de ser específicos para el riego, ya que los Colémbolos viven dentro del sustrato, por lo que un insecticida en aerosol no tendría mucho efecto sobre ellos.