La Hormiga negra (Camponotus mus) presenta un comportamiento defoliador espectacular, provocando los siguientes perjuicios en las plantas:
– Su presencia favorece la multiplicación de otros insectos nocivos. Este es el principal perjuicio que ocasionan, ya que se dedican a transportar los brotes de pulgones, cochinillas y mosca blanca, protegiéndolos y limpiándolos, a cambio de recolectar la melaza que éstos segregan.
– Sienten predilección por las semillas y los brotes jóvenes. De este modo, no sólo provocan un empeoramiento general del jardín, sino que hace que las plantas de éste presenten serios problemas para florecer y reproducirse.
Por esta razón, su presencia no resulta beneficiosa para nuestro jardín, y por lo tanto, os queremos presentar una serie de métodos, no agresivos con el medio ambiente, indicados para eliminarlas y evitar su aparición.
Métodos para eliminar la presencia de Hormigas
Para poder acabar con las plagas de hormigas de forma definitiva, podemos optar por alguno de los métodos que os proponemos a continuación.
– Localizar los hormigueros y aplicar sobre él alguno de los múltiples productos antihormigas ecológicos que existen actualmente en el mercado.
En este caso, será necesario aplicar el producto varias veces, aplicándolo también por los caminos que frecuenten, así como al pie de las plantas.
– Proporcionarle cebos envenenados en forma de gránulos, para que los transporten hasta los hormigueros, y una vez allí, mueran todas.
– Macerar en agua colillas de cigarros durante un par de días. Después, regar las zonas donde más se concentren con este preparado.
– Colocar trampas de miel para atraer su atención, y una vez estén encima de ella, quedarán atrapadas y podrán eliminarse.
Métodos para prevenir la aparición de las Hormigas
Nosotros recomendamos que antes de tener que masacrar cualquier tipo de ser vivo, optemos por evitar su aparición en nuestro jardín, hecho que conseguiremos aplicando los siguientes métodos.
– Plantar especies repelentes de Hormigas, como por ejemplo, la lavanda, la lechuga, la menta, el tomillo, la mejorana, el ajenjo, etc…
– Exprimir un limón y rociar con su zumo las zonas invadidas.
– Aplicar una hilera de sal a lo largo de sus caminos preferidos.
– Encolar los troncos de los árboles o embadurnarlos con grasa animal para que no puedan trepar.
Y de este modo, conseguiremos que las Hormigas no ataquen a nuestras plantas, provocando que finalmente decidan abandonar nuestro jardín.