Análisis del juego Infamous 2 para PS3. Partiendo de la excepcional experiencia que nos proporcionó el primer Infamous, Sucker Punch ha sido capaz de superarse a sí misma y lograr que la segunda entrega suba un peldaño más.
Con la mecánica de juego más pulida y el sistema de Karma mejorado, ser Cole y controlar sus increíbles poderes es mejor que nunca, y por si fuera poco, ahora con misiones creadas por los usuarios.
La localización central del juego es la ciudad de New Marais, claramente inspirada en Nueva Orleans, al sur de Estados Unidos.
La estética y la arquitectura de este entorno difieren enormemente de lo que nos encontrábamos en Empire City, abandonando los impresionantes rascacielos de acero y cristal o las grandes infraestructuras.
Infamous 2 repite la mecánica de juego de acción en tercera persona guiado por misiones que ya vimos en el original.
Tenemos relativa libertad para desplazarnos por la ciudad, realizando misiones secundarias o acudiendo a eventos puntuales identificados en el mapa, que suelen ser de dos tipos, o bien realizar un acto bondadoso o bien aumentar nuestro indicador de maldad.
El sistema de moralidad sigue siendo bastante rígido, ya que hay que entender que no es nunca la intención de los desarrolladores darnos un nivel de libertad casi absoluta como ocurre en los RPGs occidentales, sino guiarnos por el argumento ofreciéndonos la oportunidad de comportarnos como héroes o canallas.
Unos de los elementos que hace tan única la experiencia de Infamous son los poderes de su protagonista, en esta entrega Cole muestra algunos viejos conocidos a la par que va adquiriendo otros ataques cada vez más espectaculares y devastadores.
Esta mezcla de acción, táctica y agilidad en los movimientos es lo que confiere a Infamous 2 esa jugabilidad tan dinámica de la que hace gala. No siempre tenemos ocasión de controlar a un personaje tan sumamente poderoso y con tal cantidad de habilidades para acabar con sus oponentes.
Los combates contra los jefes finales responden a la vieja técnica de aprenderse los patrones de un enemigo, que aún hoy en día conserva una cota de diversión que no siempre se consigue de otro modo.
Tomando buena nota de todo aquello que funcionó en el primer juego, enmendando lo que no terminó de gustar y aderezándolo con sus propias innovaciones, han conseguido convertir su criatura en un imprescindible de PlayStation 3.