Este próximo mes de agosto, ante la ausencia de volumen de inversión y de una fuerte volatilidad del mercado, puede convertirse en una gran oportunidad para invertir con “spreads” o pares de activos, sobre todo para aquellos inversores que operen con productos apalancados donde todo el riesgo asumido es direccional.
La operativa con “spreads” consiste en que un inversor se posicione en largo respecto a un determinado activo, es decir, compre títulos de una empresa esperando la subida de sus activos, y a la vez, se posicione en corto respecto a otro activo perteneciente a otra empresa íntimamente relacionada con la primera, es decir, que venda.
Estas son las mejores opciones que ofrece el mercado para el mes de agosto:
Largo en BBVA y corto en Santander
Aunque ambas entidades son financieramente estables y, a largo plazo, sólidas en su sector, en este caso, recomendaremos apostar por comprar activos en BBVA, debido principalmente a la mayor exposición que tiene esta entidad en el mercado estadounidense, cuya economía sigue mostrando signos de mejoría.
En cambio, el Santander se encuentra más expuesto en Brasil, cuya actividad económica se ha enfriado sensiblemente, además de presentar graves problemas de inflación, por lo que lo correcto será vender activos de ésta.
Largo en crudo ligero West Texas y corto en crudo Brent
A pesar de que el diferencial entre ambos activos ha vuelto a ampliarse, tenderá a estabilizarse, lo que se traduce en un mayor margen de ganancias.
En este caso, la recomendación de comprar activos en el crudo ligero de West Texas se debe a que es el que consume, principalmente, Estados Unidos, y los datos macroeconómicos norteamericanos son realmente positivos.
Por su parte, la venta de activos en crudo Brent se debe al enfriamiento de la economía China, lo que provoca que se abastezca de sus propias reservas y no recurra a éste, lo que incide en una menor presión de demanda sobre él.
Largo enS&P 500 y corto en Euro Stoxx
Esta operativa sería para el muy corto plazo, debido principalmente a que nos adentramos de lleno en el mercado estadounidense, y tal y como ha aventurado el mundo financiero, a finales de este año la Reserva Federal Estadounidense retirará sus estímulos monetarios, hecho que probablemente provoque una recesión de la economía norteamericana, de modo que lo ideal sería aprovechar las cifras al alza que imperan actualmente en la macroeconomía de EEUU.