En principio podríamos decir que sí, que en España, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) garantiza a cada titular hasta 100.000 euros por depósito, que sumado a la propia garantía que ofrece la entidad financiera donde se encuentre el plazo fijo o el depósito, nos permite afirmar que sí, que nuestros ahorros son seguros.
Sin embargo, esta afirmación no puede ser tan categórica, como ya se pudo observar en Chipre, donde en un primer momento, las autoridades financieras europeas pretendieron saltarse este principio de garantía para sanear las cuentas de su banca principal, aplicando quitas sobre los ahorros de los depositantes de menos de 100.000 euros, aunque finalmente rectificaron, y decidieron “meter la tijera” en depósitos y productos financieros superiores a dicha cifra.
Ahora la pregunta es: ¿Si en España quiebran los principales bancos, podría Europa intentar lo mismo? La respuesta es no, pero quizás sí.
Primeramente, debemos saber que el montante total de los depósitos en España asciendo a 1,48 billones de euros (el 140% del PIB) por lo que en caso de quiebra total y pese a estar garantizado, el Estado no tendría dinero material suficiente para cubrir los ahorros de todos los depositantes.
Esto se debería también a que los fondos del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) asumieron la primera fase de saneamiento de las entidades bancarias, allá por mayo de 2011, utilizándose para su reestructuración y recapitalización, lo que hubiera podido servir para añadir liquidez al Fondo de Garantía de Depósitos.
No obstante, sí que podría afirmarse que los depósitos son relativamente el producto financiero más seguro que existe, ya que cuando España solicitó a Europa el rescate bancario en mayo de 2012, se aseguró una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros, de los cuales, fueron empleados únicamente 40.000 millones (23.000 millones sólo para Bankia), por lo que los 60.000 millones restantes podrían utilizarse para el Fondo de Garantía de Depósitos.