Gestión Contable. Aprender qué es y para qué sirve el indicador ROA, así como conocer su importancia dentro de la viabilidad de una empresa.
Uno de los indicadores financieros más importantes y empleados actualmente por todas las empresas para establecer su rentabilidad es el ROA, el cual, consiste en la relación entre el beneficio obtenido en un determinado período y los activos globales de una empresa.
Su importancia radica en que permite medir el grado de eficiencia de los activos totales de una empresa, independientemente de las fuentes de financiación que haya utilizado, y de la carga fiscal del país en el que ésta desarrolla su actividad principal. Dicho con otras palabras, el ROA permite medir la capacidad de los activos que tiene una empresa para generar renta por ellos mismos.
El indicador ROA se puede calcular del siguiente modo:
[ROA = Beneficios EBIT / Activos Totales]
Donde:
– Los beneficios EBIT son aquellos que se obtienen antes de descontar los impuestos, los intereses y las amortizaciones.
– Los Activos Totales se corresponden con el activo promedio de dos balances consecutivos.
El hecho de utilizar el EBIT como factor de medida en el cálculo del ROA, en vez del beneficio después de intereses e impuestos, se debe a que la generación de ingresos procedentes de los activos es independiente de la carga fiscal sobre los beneficios y de la fuente de financiación empleada.
Este indicador permite indicar qué puede hacer nuestra compañía con los activos que posee, es decir, cuánta rentabilidad proporciona cada euro invertido en la misma, lo que resulta enormemente útil cuando se desean comparar diferentes empresas dentro de un mismo sector, ya que la rentabilidad puede diferir significativamente, entre aquellas compañías que pertenezcan a distintos sectores. En términos generales, un buen indicador ROA será aquel cuyo valor sea superior al 5%.