Una buena opción para decorar un muro de separación entre dos jardines o dos partes de un mismo terreno, consiste en utilizar plantas rastreras o colgantes, las cuales, disimularán el contrates de colores del muro con el resto del jardín.
En este caso, no importará el material con que esté fabricado el muro, ya que este tipo de plantas se adaptarán perfectamente a cualquier tipo de superficie.
Veamos a continuación algunos de los ejemplos más característicos de plantas rastreras o colgantes.
Jarilla
La Jarilla (Helianthemum “Fire Dragon”) es una planta de rocalla que tiende a extenderse por la superficie sobre la que se posa. Puede alcanzar los 10 cm de altura, y llama especialmente la atención por sus espectaculares flores.
En este sentido, estas flores presentan un aspecto similar a la de las amapolas, caracterizándose por ser muy delicadas, no obstante, cuando la planta se encuentra en plena floración, es una planta muy decorativa y llamativa.
Existen diferentes variedades, y en función de cual escojamos, podremos conseguirlas en distintas tonalidades: blanco crema, amarillo, naranja, rojizo, etc.
Romero Rastrero
El Romero Rastrero (Rosmarinus officinalis prostratus) presenta la característica de que en lugar de crecer en horizontal, lo hace de forma vertical e inversa, es decir, hacia abajo. De este modo, podremos utilizarlo para recubrir el muro, formando una película natural alrededor de toda su superficie.
En este caso, cabe mencionar que esta planta requiere de podas periódicas, por lo que podremos elaborar formas compactas y muy vistosas.
Tártago Mayor
El Tártago Mayor (Euphorbia characias) es una variedad del Tártago que presenta un flor verde-amarillenta que resulta muy decorativa.
A este respecto, conviene recordar que las bolas de las semillas, al llegar al grado de madurez más alto, explotan y las semillas acaban esparciéndose y germinando en el sitio donde hayan aterrizado, lo que le permite expandirse por grandes superficies de terreno.