El Apio (Apium graveolens) es un alimento que suele emplearse en ensaladas y sopas por su particular sabor, sin embargo, no se le suele prestar mucha atención a sus beneficios como agente purificador de los riñones, los cuales, son los órganos encargados de depurar la sangre, eliminando las toxinas y los residuos de la misma.
En este caso, el Apio puede ser consumido en la dieta cotidiana de las formas anteriormente mencionadas, pero también puede ser incluido de otras formas más originales, como por ejemplo, en zumos o en batidos, lo que puede facilitar su consumo diario.
Además, el consumo de los tallos no es la única manera de incorporarlos a la dieta, sus semillas también poseen propiedades muy similares a las de los tallos.
Propiedades renales del Apio
Veamos cuáles son las más importantes:
– Potencian la propiedad diurética. Consumir semillas de apio permite tratar la retención de líquidos, los problemas digestivos y hasta diversas complicaciones hepáticas.
– Poseen propiedades diuréticas y depurativas. Su alto contenido en aceites esenciales como el selineno y el limoneno, favorecen la limpieza del organismo, y en concreto, la de los riñones, ya que incrementa la eliminación de las toxinas y los desechos mediante una mayor producción de orina.
Así pues, las semillas de Apio pueden ser consumidas frescas o secas a modo de condimento, en sopas, panes y salsas, o bien, podemos incorporarlas mediante cápsulas o comprimidos. También debemos recordar que su sabor es algo fuerte, por lo que deberemos controlar la cantidad de semillas a preparar.
Por último, si presentamos problemas renales como cálculos, o bien, simplemente queremos depurarlos, cualquiera de las opciones que hemos presentado en este artículo nos ayudará a que este órgano funcione mejor, y al mismo tiempo, prevenir futuras afecciones o problemas de cualquier índole.