La primavera-verano es un periodo excepcional para cultivar en nuestro huerto, y de este modo, obtener deliciosos resultados en otoño o comienzos de invierno.
Para facilitaros la planificación de vuestros huertos para la primavera, os hemos preparado una lista de los cultivos que a finales de febrero o marzo, ya se pueden sembrar.
Acelga
Al ser un cultivo bianual, existen variedades que se pueden sembrar en primavera y otras en otoño-invierno. No obstante, las variedades de primavera suelen presentar un sabor más intenso.
Apio
Es otro cultivo bianual, al que las temperaturas demasiado bajas provocan el desarrollo de su flor, por lo tanto, lo más recomendable es cultivarla entre abril y mayo, de este modo, cuando lleguen el invierno y las bajas temperaturas, el cultivo estará en la fase crucial de su desarrollo.
Lechuga
Puede cultivarse casi todo el año, a excepción de periodos donde haya riesgo de heladas intensas de ahí que resulte más práctico cultivarlas en primavera-verano, ya que además, las altas temperaturas permiten acelerar su floración.
Perejil
Es otro cultivo bianual, que no soporta bien el frío intenso, por lo tanto, lo mejor es comenzar a sembrarlo en primavera.
Rábano
Es una planta que puede ser anual o bianual, y de la que existen diversas variedades, de verano y de invierno, no obstante, cabe mencionar que no soporta ni el frío intenso ni el calor excesivo, por lo que se recomienda sembrarlo entre marzo y abril.
Rúcula
Es un cultivo que se desarrolla adecuadamente con temperaturas suaves, por lo tanto, hay que evitar el exceso de calor, el cual, acelera su florecimiento, y por lo tanto, amarga su sabor, de ahí que la primavera sea el periodo ideal para su siembra.
Pimiento
Debe cultivarse a comienzos de la primera, para poder cosecharla en otoño. Al presentar un ciclo de desarrollo rápido, debe controlarse su evolución de forma periódica.
Pepino
Al ser un cultivo que requiere de climas cálidos y zonas soleadas, lo ideal es sembrarla entre abril y junio, y cosecharla a partir de septiembre. Además, debe mantener sus hojas secas durante todo el proceso de desarrollo, ya que es una hortaliza muy propensa a contraer enfermedades fúngicas a través de la humedad.
Berenjena
Es un cultivo muy sensible al frío, por lo que se recomienda sembrarla entre abril y mayo, para así poder recogerla en verano, o incluso, a mediados de otoño.
Espárragos
Es un cultivo que requiere de temperaturas templadas para su correcto desarrollo, de ahí que sea necesario cultivarla a comienzos de la primavera, una vez hayan finalizado las últimas heladas.
Tomates Cherry
Es un cultivo que no sólo requiere de temperaturas templadas, tirando a cálidas, sino que además, requiere de una exposición a la luz del sol bastante prolongada, por lo que se recomienda cultivarlos entre marzo y abril.