Los Cogollos de Tudela (Lactuca sativa L. var. enana) son unas lechugas romanas enanas que tradicionalmente se cultivan en la ciudad navarra de Tudela, así como en sus alrededores y zonas próximas al río Ebro, sin embargo, hoy en día pueden desarrollarse en cualquier zona de la Península Ibérica.
Al tratarse de unas lechugas de pequeño tamaño, no requieren mucho espacio para su cultivo y tienen un aspecto similar al de un repollo en su interior. Además, apenas alcanzan los 10 cm de altura, son tiernas y apretadas, y se caracterizan por presentar hojas fuertes, gruesas y muy rugosas. A diferencia de otras variedades, los Cogollos de Tudela no necesitan ser atados para que se acogollen, lo que supone una gran ventaja para su cultivo.
Siembra de los Cogollos de Tudela
Los Cogollos de Tudela pueden sembrarse en semilleros, o bien, de forma directa en el suelo. Si se opta por la siembra directa, lo haremos en filas, dejando 20 cm entre planta y planta, así como 30 cm entre cada fila.
Si por el contrario, optamos por su siembra en maceta, deberemos asegurarnos de que éstas presentan un diámetro de, al menos, 15 cm, así como una altura de similares dimensiones.
Para poder sembrarlos únicamente necesitaremos remover la tierra y realizar un pequeño surco con la mano, en el cual, depositaremos la semilla.
Condiciones climatológicas de los Cogollos de Tudela
Los Cogollos de Tudela son de ciclo anual, por lo tanto, pueden sembrarse y cultivarse en cualquier mes del año, siempre que el clima sea cálido, y de marzo a octubre si el clima es más bien frío.
Así pues, aunque aceptan temperaturas de entre 5 y 30oC, la temperatura óptima para su desarrollo deberá ser de entre 15 y 25oC.
Suelo de los Cogollos de Tudela
Los Cogollos de Tudela, al igual que otras hortalizas, son grandes consumidores de nutrientes, por lo tanto, requieren de un sustrato orgánico para desarrollarse plenamente, así como de un riego relativamente frecuente, pero en el que se eviten la aparición de charcos.
Cosecha de los Cogollos de Tudela
Para recolectar los Cogollos de Tudela deberemos esperar entre 20 y 50 días desde su siembra, siendo estos valores, el periodo mínimo y máximo, respectivamente.
En verano únicamente serán necesarios 20 días para que estén listos para su consumo. En la mayoría de los casos, no es recomendable arrancarlas por completo aunque estén listas, sino que lo mejor es ir extrayendo las hojas que se vayan a consumir en el momento, de este modo mantendremos la hortaliza lo más fresca posible.
Por último, si deseamos recuperar la vitalidad de aquellas hojas que comiencen a marchitarse, podremos hacerlo sumergiéndolas en agua fría con hielo durante unos minutos.