La Vid (Vitis Vinifera) es una excelente alternativa de cultivo para nuestro jardín, únicamente deberemos seleccionar una variedad, de entre las muchas que existen, que sea resistente y pueda adaptarse a las condiciones climatológicas de tu zona, ya sean de excesivo calor o frío.
A continuación, detallaremos el procedimiento para poder cultivar un Mini-Viñedo en nuestro propio jardín, de manera cómoda y sencilla.
Primeramente, seleccionaremos una zona de plantación que contenga suelo muy absorbente, ya sea por sus propias características o porque instales un buen sistema de drenado, y que, al menos, reciba unas 8 horas de luz solar diarias.
Para un mejor resultado, tendremos que plantar las parras de Vid de tal modo que el enrejado que construyamos como soporte, las recorra de norte a sur.
Será necesario arar previamente el suelo hasta una profundidad de entre 25 y 40 cm, para poder aflojarlo. Una vez hecho esto, añadiremos alrededor compost orgánico hasta una altura de 5 ó 6 cm y volveremos a arar el suelo para que la zona de plantación recoja todos los nutrientes posibles.
Cavaremos un hoyo lo suficientemente ancho para poder clavar la caña de la Vid y acomodar las raíces, las cuales, esparciremos y recubriremos con la tierra anteriormente cavada, para rellenar el hueco y enterrar completamente las raíces. Regaremos levemente y apisonaremos la tierra para compactarla.
Una vez ubicada la caña, realizaremos varios cortes en la parte superior para que se formen 2 ó 3 brotes nuevos, los cuales, crecerán más fuerte que los anteriores.
Tendremos que saturar el suelo del cultivo de la Vid con agua, para evitar la aparición de bolsas de aire alrededor de las raíces, y de paso, estimular el desarrollo de las mismas. Será recomendable humedecer el suelo a diario durante el primer mes a partir de la plantación.
En los meses más calurosos del verano, deberemos aplicar una capa de mantillo orgánico de aproximadamente 10 cm de espesor alrededor de la caña de la Vid, con el objetivo de conservar la humedad del suelo.
Durante los 15 días siguientes a la plantación, deberemos fertilizar la superficie alrededor de las Vides mediante un abono con alto contenido en nitrógeno.
Por último, tendremos que construir el enrejado por el que trepe la Vid durante su crecimiento. Para ello, utilizaremos una estructura de unos 2m de altura y 6m de ancho, que colocaremos por detrás de la caña o cañas de la Vid, y que estará formada por 3 postes a una distancia de 2m entre cada uno de ellos, unidos por alambres y tablas de apoyo colocadas transversalmente.
Estas medidas nos servirán para cultivar un viñedo de pequeñas dimensiones, sin embargo, queda a elección vuestra el tamaño de viñedo que queráis cultivar.