El cultivo de Tubérculos presenta muchas ventajas a tener en cuenta, entre ellas, que es uno de los cultivos más rentables que podemos encontrarnos, así como también, disfrutarlos en cualquier momento sin importar la época del año en la que nos encontremos.
A la hora de cultivarlos, es necesario saber que aunque los Tubérculos puedan resistir las heladas, lo más recomendable es que se ubiquen en un lugar soleado con temperaturas cálidas, ya que esto favorecerá su crecimiento.
Respecto al tipo de suelo, se recomienda que éste sea suelto, para que los Tubérculos puedan crecer correctamente bajo tierra, absorbiendo muchos nutrientes, y con un buen sistema de drenaje, ya que requieren de un riego constante, y si el terreno no drenara correctamente, aparecerían depósitos de agua almacenada que podrían llegar a pudrir los Tubérculos.
Las principales ventajas que tiene el cultivo de Tubérculos son las siguientes:
Permiten su cosecha en cualquier época del año
Si somos previsores, podremos disponer de Tubérculos en cualquier momento del año, ya que son de los pocos cultivos que soportan temperaturas invernales, incluso las heladas, debido a que la parte comestible se encuentra enterrada bajo tierra.
Requieren de poco espacio
Los Tubérculos presentan un crecimiento reducido, por lo que si disponemos de un pequeño terreno en nuestro jardín, como un pequeño huerto urbano, serán la mejor opción para cultivar.
Permiten su cosecha en cualquier momento de su desarrollo
Los Tubérculos pueden cosecharse en cualquier periodo de su desarrollo, ya sean pequeños o grandes. No es necesario esperar a que maduren para poder consumirlos, pero sí es aconsejable no esperar en exceso porque algunos se vuelven demasiado fibrosos, como es el caso de los nabos, las remolachas o los rábanos.
Proporcionan ingredientes orgánicos de forma inmediata
Al haber plantado nosotros mismos los tubérculos y sabiendo que se pueden recoger en cualquier etapa de su crecimiento, podremos disponer de Tubérculos frescos en el momento justo que queramos, incluso unos minutos antes de cocinarlos, con la seguridad y la certeza de que su desarrollo está libre de agentes químicos.