Cuidados y alimentación del Yaco

El Yaco, también conocido como loro gris africano, es una de las aves con mayor capacidad para la reproducción de palabras, ya que gracias a su excelente memoria, puede aprender y repetir hasta 300 palabras.

Originaria de África central y occidental, puede alcanzar un tamaño de entre 28 y 40 cm, así como una esperanza de vida de hasta 70 años.

Características emocionales

Antes de adquirir un Yaco es necesario recordar que, además de su longevidad, es una mascota de una sola persona, por lo que si en la casa habita una familia o vivimos con alguien más, observaremos que nuestro Yaco sólo nos trata bien a nosotros, ignorando, o incluso, atacando al resto de personas.

Por este motivo, no es un ejemplar recomendable para familias con niños, ya que el pico del loro gris es muy fuerte, al igual que sus garras, y por lo tanto, podría herir gravemente a un niño pequeño.

Hábitat

Debemos proporcionarle una jaula cuadrada de grandes dimensiones, de unos 60 x 60 x 80 cm, como mínimo, para que el animal pueda moverse con cierta libertad. También debemos colocar varias perchas en el interior de la misma, para que pueda subir y bajar, y de este modo pueda practicar algo de ejercicio.

A modo de entretenimiento, podremos proporcionarle distintos juguetes, como por ejemplo, cartones sin tintas, tacos de madera, juguetes acrílicos especiales para loros, campanitas, cuerdas, ramas de árboles no venenosos, etc…

Alimentación

En cuanto a su dieta, podemos ofrecerle una gran variedad de alimentos:

– Frutas. Podemos incluir cualquier tipo de fruta, asegurándonos de que no contienen ni semillas ni huesos.

– Verduras. Podemos darle todo tipo de verduras, no obstante, es recomendable ponerlas a remojo 24 horas antes o hervirlas previamente durante 3 ó 5 minutos, antes de ofrecérselas.

– Legumbres. Al igual que en el caso de las verduras, deberemos tenerlas en remojo entre 24 y 26 horas antes de dárselas.

– Pasta y harinas. Respecto a la pasta, ésta deberá ser previamente cocida.

– Carne y productos lácteos. Aquí podemos incluir queso fresco, pechuga de pollo cocinada, pescado cocinado o huevo cocido. Ofreciéndole cualquiera de estos productos una o dos veces al mes.

– Semillas. Aquí se incluirían cacahuetes, almendras, pistachos, pipas o nueces, todos ellos sin salar.

Por último, es necesario no olvidar una serie de alimentos tóxicos para la salud del Yaco, como por ejemplo, el aguacate, el cacao, las patatas fritas, la bollería industrial o las bebidas carbonatadas.