Los ojos de los hámsters son órganos muy delicados, que pueden verse afectados por el polvo, el humo o cualquier producto químico que se utilice para limpiar, y a pesar de que su visión no está muy desarrollada, precisan de ellos para poder sobrevivir.
Si no se cuida la higiene de los ojos del hámster, es posible que con el paso del tiempo, desarrolle enfermedades como la conjuntivitis, la cual, puede provocar que el hámster, al no ver, deje de alimentarse, y con ello, muera.
Para evitar esto, es preciso que cuando se note algún síntoma, como por ejemplo, legañas, párpados pegados, etc…, se realice una limpieza en los ojos del hámster. En caso de que no se obtuviera una mejoría, sería necesario acudir a un veterinario especialista en animales exóticos para que lo examinase.
Para limpiar los ojos de un hámster, tan sólo se necesitan: unos guantes, suelo fisiológico o agua tibia (previamente hervida) y gasas estériles.
Se procederá sujetando al hámster con firmeza, pero con suavidad, y una vez se haya conseguido que esté inmóvil, se echarán unas gotas de suero en el ojo o se mojará una gasa para luego limpiarlo con mucho cuidado de no dañarle.
Es importante que se siga siempre una misma dirección, así se eliminará mejor toda la suciedad, procurando cambiar el lado de la gasa para no limpiar con uno que ya esté sucio. Nunca se utilizará algodón, ya que podrían quedar fibras del mismo en el ojo del hámster.
Una vez limpio un ojo, se procederá a limpiar cuidadosamente la zona que rodea al ojo y posteriormente se realizará lo mismo con el otro ojo.
Se observará al hámster todos los días para comprobar que sus ojos se mantienen en buen estado, respetando siempre sus horas de sueño.
Para evitar futuras infecciones o molestias en los ojos del hámster, se deberá emplear un sustrato o lecho higiénico que no suelte polvo, así como llevar una buena limpieza de los accesorios del hámster.