Resulta lógico pensar que la convivencia entre perros y gatos puede llegar a ser caótica e imposible, sin embargo, no tiene porqué ser así, si se conocen los secretos de su vida en común.
Algunos de los aspectos a tener en cuenta a la hora de introducir un perro y un gato en el mismo hogar, es que ambos animales tienen un carácter diferente, y por lo tanto, precisan de unos cuidados distintos.
Tanto perros como gatos son animales depredadores, y por lo tanto, conservan su instinto animal de supervivencia, por lo que es lógico que ambos quieran atacarse mutuamente, en un intento de defenderse de una amenaza.
En lo que respecta a la necesidad de cazar que presentan perros y gatos, resulta difícil de suprimir, sobre todo en los gatos, sin embargo, es posible disminuirla mediante juegos, y no provocando situaciones que inciten a ella.
Para lograr una perfecta compatibilidad entre perros y gatos, es necesario conocer tanto el comportamiento del gato, como el del perro, teniendo en cuenta que los primeros serán mucho más independientes, y por lo tanto, más difíciles de educar.
Del mismo modo, las mascotas que se elijan no deben presentar un carácter agresivo. Es recomendable que la convivencia entre ambos se produzca lo más pronto posible, especialmente, en las primeras semanas de vida, que será cuando perros y gatos tengan más posibilidad de socializarse el uno con el otro.
En este sentido, es fundamental que cada uno disponga de su propio espacio, donde pueda comer y dormir a gusto, sin ningún tipo de estrés.
Para socializar a perros y gatos de forma correcta, es conveniente realizar una buena presentación, escogiendo el momento más adecuado para ello, el cual, suele ser después de comer o al despertarse. En este caso, habrá que recompensarlos cuando reaccionen de forma apropiada.
Por último, cabe mencionar que para mejorar la socialización de perros y gatos, es conveniente llevarlos a que conozcan a otros semejantes, de tal modo que puedan aprender el comportamiento de otras mascotas.