El director ejecutivo de la Kansspelautoriteit, el ente regulador del juego holandés, Marja Appelman, ha solicitado a los operadores de juego locales y extranjeros interesados en establecerse en el mercado del juego online que próximamente se legalizará en el país, que se pongan a trabajar para solicitar una licencia a partir del próximo 1 de diciembre de 2014.
Para el propio Appelman, «esto permitirá a los operadores colaborar estrechamente con las autoridades reguladoras holandesas, permitiendo actualizar de forma regular el estado del proceso de concesión de licencia«.
Según afirman diversas informaciones aparecidas en distintos portales de noticias holandeses, Appelman dio a conocer detalles sobre el futuro del mercado del juego online en su país, durante la celebración de la conferencia EiG (European iGaming Conference), la cual, tuvo lugar la pasada semana en Berlín, y donde proporcionó a los asistentes algunas interesantes actualizaciones legales.
En este sentido, Appelman admitió que «el marco jurídico que definirá la legalización del mercado del juego online en Holanda está lejos de estar preparado«, añadiendo que «la incertidumbre actual no arroja claridad sobre algunos de los requisitos necesarios para obtener una licencia, como por ejemplo, la responsabilidad y la prevención de la ludopatía«.
A este respecto, cabe recordar que la regulación holandesa pretendía estar preparada y operativa a comienzos de 2015, sin embargo, los juristas holandeses creen que habrá que esperar hasta mediados del próximo año.
Mientras tanto, el Parlamento holandés continúa discutiendo los detalles que darán forma a la legislación sobre esta actividad. No obstante, la nueva legislación apoyada por la Kansspelautoriteit, parece estar bastante condicionada por las fuertes críticas realizadas por los operadores de juego presencial (los casinos), quienes se oponen al nuevo reglamento, al considerarlo muy permisivo para los casinos online, hecho que podría afectar gravemente a la estructura del mercado del juego holandés actual.
El tema de la polémica radica en que, según el texto del proyecto de ley propuesto por los legisladores, se aplicarían distintas cargas impositivas para los operadores físicos y online, lo que en la práctica, sumado a que los casinos online deben asumir muchos menos gastos, condenaría a la ruina económica a los casinos terrestres.