La regulación al mercado del juego online en Portugal será una realidad a finales de este mismo año, después de que el parlamento portugués haya aprobado las propuestas de ley sobre la creación de un nuevo marco regulador del juego. En esta decisión de última hora, tomada antes del parón vacacional que interrumpirá la actividad parlamentaria, los parlamentarios han decidido mover ficha hacia la creación de un mercado online del juego, por lo que ahora, las autoridades han establecido un plazo de 180 días para diseñar el proyecto de ley y discutir la nueva regulación, la cual, será llevada a cabo a finales de diciembre.
Dicha decisión confirma las declaraciones del Secretario de Estado portugués, Adolfo Mesquita Nunes, cuando en junio afirmaba a distintos medios nacionales que «la nueva ley del juego comenzará a ponerse en práctica a finales de 2014«. Aunque la mayoría de los detalles sobre esta nueva regulación en Portugal serán definidos durante las próximas semanas, existen unos cuantos puntos clave que se conocen desde hace ya varios meses.
Una vez que el proyecto de ley sea finalmente aprobado y la legislación se haga realidad, la industria del juego en Portugal operará dentro de un mercado del juego limitado, supervisado por la IGJ (Inspecção Geral de Jogos), el organismo de regulación del juego portugués, similar a la DGOJ en España.
De este modo, los operadores interesados en ofrecer servicios a los jugadores portugueses tendrán que establecer una filial en Portugal, así como efectuar una petición al IGJ para solicitar la licencia de juego específica, válida durante tres años, además de cumplir con los requisitos técnicos, financieros y administrativos marcados en la ley, incluyendo un capital mínimo de 250.000 € y la necesidad de ofrecer sus servicios desde un dominio «.pt».
Durante las últimas semanas, también se conocían los detalles de los niveles impositivos que se aplicarían a los operadores, los cuales, iban desde el 15% hasta el 30% de los ingresos totales de los juegos de azar y las apuestas ecuestres, y desde el 8% al 16% de los ingresos producidos por las apuestas deportivas.
Por último, mencionar que los altos porcentajes propuestos han suscitado un gran rechazo entre los operadores, quienes sin embargo, esperan que se aplique alguna enmienda que permita rebajar la fiscalidad e incrementar la rentabilidad del mercado portugués.