El comité de ministros del Consejo de Europa decidió aprobar ayer el Convenio Europeo para la lucha contra la manipulación de competiciones deportivas, cuyo objetivo consiste en «prevenir, detectar y sancionar penal y disciplinariamente este tipo de comportamientos anti-deportivos«.
De este modo, una conferencia de ministros de Deportes de los 47 Estados miembros del Consejo, la cual, tendrá lugar el próximo 14 de septiembre en Macolin (Suiza), servirá de ceremonia de apertura para la firma del tratado por parte de los participantes.
Así pues, el documento pretende impulsar la cooperación nacional e internacional entre las autoridades públicas, las organizaciones deportivas y los operadores de apuestas deportivas, con el propósito de aspirar a introducir medidas legislativas para combatir el fraude en materia de apuestas deportivas, y, llegado el caso, limitarlas e incluso suspenderlas.
El texto aprobado también permitirá «cerrar o limitar el acceso a los operadores afectados, así como bloquear los flujos financieros entre éstos y los consumidores«.
El convenio, que incluye la protección de informadores y testigos, insta a todas las partes «a adoptar y aplicar reglas estrictas para combatir la corrupción, estableciendo sanciones y medidas disciplinarias proporcionadas y disuasorias en caso de infracción, así como fomentar principios de buena gobernanza«.
El secretario general del Consejo, Thorbjorn Jagland, afirmó hoy que «este acuerdo representa un gran avance en la salvaguarda de la integridad del deporte y la ética deportiva«.
Según la ficha explicativa del convenio, un partido de clasificación para la Liga de Campeones puede representar unos ingresos adicionales de 15 millones de euros, mientras que un partido de promoción en una liga profesional puede conllevar plusvalías por valor de 4 a 5 millones de euros para un club.
«La atracción de las ganancias puede llegar a motivar a los individuos menos escrupulosos a recurrir a malversaciones elaboradas«, asegura el Consejo, que en un informe de 2012, cifraba en el 90% los resultados deportivos amañados en países como China, Korea, Pakistán e Indonesia.