Resulta de sobra conocida la excentricidad de las campañas publicitarias lanzadas por la casa de apuestas Paddy Power, siempre rozando la ilegalidad, o bien, obviándola directamente.
La última idea surgió a raíz del incidente en el Mundial 2014 de Brasil, en el que el delantero uruguayo, Luis Suárez, propinó un mordisco al defensa italiano Chiellini. Nada más conocerse la acción y la enorme repercusión que tuvo la misma en las redes sociales y medios de comunicación de todo el planeta, directivos del operador de apuestas irlandés decidieron ponerse en contacto con los representantes del futbolista para poner en marcha su nueva campaña de marketing.
Así pues, y según informó la web «Marketing Deportivo», el objetivo de dicho contacto consistía en convencer al jugador para que firmara un contrato con la compañía, por el cual, éste se comprometía a usar en el encuentro de octavos de final que enfrentaría a Uruguay y Colombia, un protector bucal de color verde con el nombre de la marca del operador, el cual, sería lucido por Luis Suárez no sólo durante el desarrollo del partido, sino sobre todo, en el momento en el que una cámara enfocara el rostro de los jugadores mientras sonaban los himnos nacionales. En ese justo instante, el uruguayo debía mostrar una gran sonrisa que permitiera ver el protector bucal y el logotipo de Paddy Power.
A cambio de esta promoción publicitaria, la marca ofrecía al delantero, además de la promesa de nuevos compromisos publicitarios en el futuro, una compensación económica de más de un millón de euros por ese simple gesto. Sin embargo, la rapidez con la que actuó la FIFA imponiendo la excesiva sanción al jugador, desechó por completo una de las estrategias más inverosímiles y con más posibilidades de éxito que se hubieran podido observar en un campo de fútbol.